Cuatro ganaderos abulenses son investigados por irregularidades en cinco explotaciones bovinas y se ha inmovilizado todo el ganado para evitar que entrara en la cadena alimentaria sin la correspondiente trazabilidad, situación puede generar un grave riesgo a la salud pública, además de almacenar animales muertos sin dar aviso.

La Guardia Civil ha explicado este jueves en un comunicado que en julio de 2022 arrancó la investigación tras hallar tres cadáveres de vacas en avanzado estado de descomposición, en la localidad abulense de San Martín del Pimpollar.

Cerca de un año de investigaciones policiales, análisis de libros de registro, junto con multitud de inspecciones efectuadas a las cinco explotaciones bovinas conjuntas de uso común, llevó a descubrir diversas infracciones administrativas a la Ley de Sanidad Animal, al incumplir las condiciones mínimas de bioseguridad por almacenar animales muertos en explotaciones ganaderas, no comunicar a la Junta de Castilla y León las citadas muertes y no tener identificado el ganado.

Asimismo, también podrían haber cometido los delitos de falsedad documental, maltrato animal y contra la salud pública, al registrar fechas de nacimientos y muertes de ganado diferentes a las reales, como declarar madres de becerros que no lo eran y arrancar crotales identificativos de unos 60 becerros rajándoles las orejas.

También por haber realizado el transporte de ganado sin guías de traslado y sanidad animal a otra explotación bovina ya inmovilizada de la Comunidad de Extremadura sin contar con las garantías necesarias y obligatorias que certificaran que se encontraban libres de enfermedades infecto-infecciosas y de declaración obligatoria.

Por todo ello, estas cuatro ganaderos fueron puestas a disposición judicial en calidad de investigadas y propuestas para varias sanciones administrativas, e inmovilizado todo el ganado para evitar que entraran en la cadena alimentaria sin la correspondiente trazabilidad, situación puede generar un grave riesgo a la salud pública.

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