El sindicato Unións Agrarias (UUAA) pide a la Administración que acuda al “rescate” del sector cárnico gallego, “con fondos propios o con fondos europeos”, porque en este momento, a causa de la bajada de precios en origen, “no es que no tengan beneficios, es que están tirando de ahorros para mantener la producción”.

El secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, precisó que lo que “perciben los ganaderos por el kilo de carne está lejos de los costes de producción”, de modo que unas “7.800 explotaciones, situadas en zonas desfavorecidas o de montaña, están en estos momentos en una situación delicada”, no tanto “por lo sucedido durante los tres meses de pandemia”, sino “por el futuro que se avecina”.

Según García, el cierre de los restaurantes y, por lo tanto, de uno de los principales canales de venta, ha originado “un efecto psicológico” que ha servido para amparar una “bajada de precios en origen” que “no se puede justificar”, dado que el consumo ha subido en los hogares y el precio de la carne no bajado en los supermercados.

“Los ganaderos que mejor venden lo hacen un euro por debajo de los costes de producción, de modo que están poniendo dinero de sus ahorros»

El portavoz sindical recordó que, de acuerdo con los propios datos publicados por el Ministerio de Agricultura, producir un kilo de carne tiene unos costes que se sitúan entre “5,10 y 5,37 euros”, cuando los ganaderos que venden su producción a través de Ternera Gallega están cobrando “entre 4,10 y 4,20 por kilo”, después de una bajada de precio que oscila entre el 10 y el 12% -unos 50 o 60 céntimos-.

En el caso de los demás productores, “el precio es muy variable, porque prácticamente no hay mercado y el tratante les dice a los ganaderos que casi les lleva el ternero de favor”.

“Los ganaderos que mejor venden lo están haciendo un euro por debajo de los costes de producción, de modo que están poniendo dinero, tirando de sus ahorros para mantener la actividad”, precisó, algo que “no se explica por la situación de mercado”.

García explicó que los ganaderos cobran “doscientos euros menos por becerro, supuestamente porque no hay salida para las partes nobles del animal, el chuletero y los solomillos”, porque al estar cerrados los restaurantes “no hay mercado para ellas”, dado que el “consumidor no las compra por ser más caras”.

“De ese modo, se las llevan a coste 0, por ese descuento de 200 euros, pero en el supermercado el consumidor sigue pagando el mismo precio por ellas que antes de la crisis”, lamentó.

El responsable sindical recordó que, en este momento “en el que se habla de la reconstrucción económica” y de ayudas a otros sectores, “hay agricultores y ganaderos que no tienen un salario mínimo”.

Por ello, pide a la Administración “que salga al rescate”, porque las explotaciones que cierran ya no vuelven a abrir”.

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