La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha confirmado la sanción  a ocho empresas y dos asociaciones del sector lácteo por un valor conjunto de 80,6 millones de euros por pactar los precios. El organismo inspector reabrió el expediente con el que, en 2015, sancionó a 11 empresas y asociaciones del sector con 88,6 millones, el cual la Audiencia Nacional anuló en octubre pasado por defectos de forma.

La nueva propuesta de sanción se reduce en ocho millones y en una empresa respecto al expediente original. La CNMC argumenta que los sancionados intercambiaban información que permitía coordinar estrategias comerciales en detrimento de los intereses de los ganaderos, a los que impedían fijar sus propios precios, prácticas que desarrollaron entre los años 2000 y 2013.

Contra la resolución de la CNMC no cabe recurso alguno en vía administrativa solo acudir a la Audiencia Nacional

La CNMC, concluida la investigación, considera que las empresas y asociaciones sancionadas «han participado y son responsables de conductas anticompetitivas que infringen la legislación de competencia». Entre ellas están la Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), la que recibe una mayor sanción, 21,8 millones de euros; Danone, con 20,2; Lactalis Iberia, con 11,7; Industrias Lácteas de Granada, que deberá pagar 10,2 millones; Calidad Pascual con 8,5 o Nestlé, con 6,8 millones. A ellas se suman Schreiber Food España, Central Lechera Galicia, la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia y el Gremio de Industrias Lácteas de Cataluña.

Además, la CNMC explica que también han participado en las conductas delectivas para pactar los precios las entidades Industrias Lácteas Asturianas (ILAS), Leche Río, Feiraco, Leche Celta, Forlactaria y Central Lechera Asturiana, si bien «su infracción ha prescrito».

Como ejemplo de práctica anticompetitiva, la CNMV cita que las empresas sancionadas «dialogaron e intercambiaron información sobre los precios de compra que ofrecían las empresas transformadoras a sus ganaderos, los que iban a ofrecer en un futuro, la identidad de los ganaderos y los volúmenes adquiridos de éstos, o la identidad de los ganaderos que tenían intención de cambiar de transformador y posibles medidas para evitarlo».

“Los acuerdos agravaron la situación en un mercado ya de por si concentrado desde la perspectiva de la demanda, donde existe un elevado poder negociador de la industria transformadora frente a unos ganaderos que, además de estar más atomizados, están obligados a vender la producción para conservar su cuota láctea”, apunta el comunicado de la CNMC.

Contra la resolución de la CNMC por pactar los precios de la leche no cabe recurso alguno en vía administrativa, pudiendo interponerse recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de su notificación.

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