El Ministerio de Hacienda ha decretado oficialmente el cierre contable de la Administración. Salvo las pensiones, las prestaciones de paro, los salarios, los pagos de la deuda, los arrendamientos, los contratos de servicios ya adjudicados o las políticas protegidas en la ley, el Estado central cierra desde este lunes 8 el grifo a cualquier gasto nuevo. Tampoco se aplica a las partidas superiores a los 12 millones de euros, las cuales han de pasar por el Consejo de Ministros. Pero se verán afectados todos los contratos, subvenciones y convenios que estén sin comprometer.

Este cierre contable también afectará al área del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en diversas áreas de actuación. Así por ejemplo, se reconoce desde el Gobierno, que se dejarán este año sin ejecutar muchas pequeñas obras o renovaciones pendientes como las de las confederaciones hidrográficas.

De igual manera puede afectar a las ayudas a determinados sectores, como el lácteo y otros sectores agrícolas, que verán cómo sólo va a poder recibir el dinero aprobado por Bruselas (que está al margen de esta medida) pero la complementación por parte del Ministerio, salvo las que ya estuvieran aprobadas antes de este 8 de agosto, se quedarán sin poder cerrarse salvo que vaya a un Consejo de Ministros o que haya un nuevo Gobierno antes de final de año.

En cualquier caso, se debe reconocer que desde el Magrama sí se ha previsto esta situación y que en los últimos Consejo de Ministros se aceleraron determinadas actuaciones como el cauce del Duero, algunas ayudas agrarias o el apoyo al sector vitivinícola.

El Gobierno prevé ahorrarse unos 1.000 millones de euros con este cierre presupuestario que entra en vigor este lunes 8 de agosto, justo en plenas vacaciones estivales.

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