En Cepsa trabajan para ser líderes en la producción de biocombustibles 2G y cumplir con su compromiso de acelerar la descarbonización de sus clientes y para eso han desarrollado soluciones, como la producción de biocombustibles de segunda generación (2G), que tienen un papel fundamental en la transición energética del transporte y la industria, incluyendo la maquinaria agrícola, al ser una fuente energética que reduce el  impacto medioambiental. Además, con respecto a las zonas rurales de España,  se está estudiando la viabilidad de  plantar cultivos energéticos de cobertura analizando los tipos de cultivo más idóneos en cada zona y su capacidad de absorción de CO2. De igual forma, Cepsa quiere impulsar la producción de biocombustibles 2G a partir de los residuos que generan los sectores agrícolas y ganaderos españoles.

La propuesta de la Comisión Europea sobre el reglamento de emisiones de CO2 plantea que las emisiones de CO2 en el 2040 deben reducirse un 90%  para los camiones pesados de más de 7,5 toneladas y autocares y además emisiones 0 para los autobuses urbanos en  2035. Este objetivo garantizaría que los vehículos pesados puedan seguir siendo vehículos de emisiones distintas de cero, es decir, se dejaría la puerta abierta a motores de combustión que utilicen combustibles bajos en carbono, como los biocombustibles 2G, en concreto el HVO 100.

HVO 100, EL BIOCOMBUSTIBLE 2G QUE YA SE COMERCIALIZA UTILIZANDO LAS INFRAESTRUCTURAS EXISTENTES DE ALMACENAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN

Cepsa suministra de diésel 100% renovable (HVO 100) a clientes del transporte terrestre profesional (transportistas, flotas, etc.) de manera directa en las instalaciones de varias empresas, ofreciéndoles soluciones sostenibles adaptadas a sus necesidades.
El HVO 100, o diésel renovable, es un biocombustible 2G que puede reducir las emisiones de CO2 hasta en un 90% durante todo su ciclo de vida (desde su recolección, producción, transporte y hasta su uso final) en comparación con los combustibles fósiles tradicionales.
Además, este combustible es una solución inmediata para impulsar la descarbonización ya que se puede suministrar a los motores diésel sin realizar ningún tipo de modificación en él. También se pueden seguir utilizando las infraestructuras existentes de almacenamiento y distribución del combustible tradicional.
El HVO 100 fomenta la economía circular, ya que se produce a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina y deshechos agrícolas o ganaderos que, de otro modo, terminarían en el vertedero.

En este punto, Cepsa ya está produciendo este biocombustible de segunda generación en su Parque Energético La Rábida (Huelva). Además, ha iniciado junto a Bio-Oils la construcción de la mayor planta de biocombustibles 2G del sur de Europa y comenzará a producir en el año 2026 en Palos de la Frontera (Huelva), junto al Parque Energético La Rábida.
Esta instalación, que producirá anualmente de manera flexible 500.000 toneladas de diésel renovable (HVO) y de combustible sostenible de aviación (SAF), permitirá a la joint venture formada por ambas compañías duplicar su capacidad de producción actual. Por otra parte, además de SAF y diésel renovable (HVO), la planta también producirá biogás, materia prima fundamental para la producción de hidrógeno verde, indispensable para la descarbonización de la industria, como esta misma planta o el parque energético junto al que se construye, o para la producción de fertilizantes. Mediante un enfoque basado en la valorización de residuos, la compañía optimiza su cadena de suministro integrada para acceder a una amplia gama de desechos y residuos agrícolas y convertirlos en combustibles renovables.
La nueva planta de biocombustibles 2G, junto con las instalaciones que ya operan Cepsa y Bio-Oils en Huelva, formarán el segundo mayor complejo de combustibles renovables de Europa, con una capacidad de producción total de un millón de toneladas al año. Estos biocombustibles están producidos a partir de desechos agrícolas o aceites usados de cocina. Estos combustibles tradicionales evitarán la emisión de 3 millones de toneladas de CO2 anuales.
Esta nueva planta, que se construirá con la última tecnología para la producción de combustibles renovables emitirá un 75% menos de CO2 que una planta de biocombustibles tradicional y está diseñada para lograr las cero emisiones netas en el medio plazo. Adicionalmente, no consumirá agua dulce, sino que solo utilizará aguas recuperadas, y sus emisiones hídricas tendrán un mínimo impacto en el ecosistema, gracias a la potente planta de tratamiento de aguas que tendrá. Esta instalación contará con los últimos avances en inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT) y análisis de datos.

José Emiliano Pardo, director de Ventas Directas de Cepsa, ha subrayado, en relación con la comercialización de este producto: “Estamos suministrando HVO de forma directa a empresas de transporte terrestre y servicios, entre otros, con el objetivo de acompañar a nuestros clientes en su proceso de descarbonización. Seguimos impulsando así una movilidad más sostenible, como uno de los principales ejes de la estrategia ‘Positive Motion’.

Los clientes del transporte por carretera y de maquinaria agrícola podrán obtener suministro de HVO 100 en sus instalaciones.

Según ha establecido en su estrategia ´Positive Motion´, la compañía quiere convertirse en un referente de la transición energética y liderar en 2030 en España y Portugal la fabricación de combustibles renovables, con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas, y la producción de hidrógeno verde, con una capacidad de electrólisis de 2GW.

LA SOSTENIBILIDAD TAMBIÉN HA LLEGADO AL SECTOR FERROVIARIO

 Cepsa, junto con Renfe y Maersk completan con éxito los primeros 100 trayectos del transporte ferroviario en España con HVO 100.

Esta iniciativa, pionera en España, ha permitido el transporte de más de 4700 contenedores utilizando diésel renovable, que ha evitado la emisión de cerca de 500 toneladas de CO2

Este piloto ha obtenido unos resultados muy satisfactorios, demostrando un rendimiento óptimo de los motores. Por este motivo, Cepsa, Maersk y Renfe analizan la posibilidad de seguir cubriendo la ruta con diésel renovable e incluso ampliarlo a otros trayectos no electrificados.

CULTIVOS ENERGÉTICOS DE COBERTURA PARA PRODUCIR BIOCOMBUSTIBLES 2G EN DISTINTAS ZONAS RURALES

De igual forma, han firmado un acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para investigar la viabilidad de plantar cultivos energéticos de cobertura en diferentes zonas rurales de España.

El objetivo es llevar a cabo un estudio técnico-económico de diferentes áreas del país y determinar dónde se podrían sembrar estos cultivos, analizar los tipos de cultivo más idóneos en cada zona y su capacidad de absorción de CO2, identificando así los que sean más beneficiosos en términos medioambientales.