La Generalitat catalana ha contratado una póliza de seguro que permitirá satisfacer a los ganaderos de forma inmediata -en un plazo máximo de 5 días- las indemnizaciones por los daños causados por el buitre común, el oso pardo y el lobo en la ganadería.

Según ha informado el Departamento de Territorio y Sostenibilidad (TES), de esta manera los ganaderos no deberán asegurar su ganado por los daños causados por la fauna salvaje protegida y se les garantizará la máxima celeridad en los pagos.

La nueva póliza es efectiva desde el pasado día 8 de junio y, una vez resueltos los expedientes de indemnización con carácter favorable y con la cantidad a otorgar por parte de la Generalitat, la correduría de seguros contactará con los interesados para hacerla efectiva en un plazo máximo de cinco días. La medida busca, según el TES, favorecer la coexistencia de la fauna salvaje protegida con las actividades económicas del territorio.

El departamento recuerda por otro lado que, a parte de las indemnizaciones por ataques, a través del programa Piroslife para la consolidación del oso pardo en los Pirineos centrales, se están realizando diferentes acciones para la prevención de ataques sobre rebaños y colmenas.

contratación de pastores y ayudantes de pastores de ovejas y cabras, vaqueros y yegüeros para controlar y supervisar los animales en la montaña ante el oso

De esta manera, además del pago de los daños ocasionados, se está apoyando a ganaderos y propietarios de rebaños en régimen extensivo de montaña para que los agrupen como medida efectiva de protección y de vigilancia cuando pastan en zonas con presencia del oso pardo.

Para ello se han contratado pastores y ayudantes de pastores de ovejas y cabras, vaqueros y yegüeros para controlar y supervisar los animales en la montaña y también se lleva a cabo la colocación, el control y el mantenimiento de vallas eléctricas instaladas para proteger las colmenas de explotaciones apícolas contra posibles predaciones.

Respecto al reagrupamiento de ganado, el TES señala que la semana pasada comenzaron los agrupamientos de rebaños de ovino en las cabeceras de la Vall d’Àneu , la Vall de Cardós y la Vall Ferrera (Lleida), dentro del Parque Natural del Alt Pirineo. Este año se llevarán a cabo tres agrupamientos, de los cuales 3.000 cabezas provienen del Pallars Sobirà y unas 1.500 de Aran.

Estas medidas están dirigidas a la conservación del oso pardo como elemento de recuperación de la biodiversidad, pero también como elemento dinamizador, haciendo efectiva la coexistencia con los habitantes del territorio, dándoles apoyo para compatibilizar sus actividades con la presencia del plantígrado, según el TES.

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