Castell d’Or da un paso adelante en uno de sus objetivos estratégicos: la reducción de la huella de carbono en la producción de sus vinos y cavas. La firma instala una planta fotovoltaica de 335 paneles solares de 545W de potencia cada uno en su sede central ubicada en Vila-rodona (Alt Camp). Estos paneles solares distribuidos en 670 m² del techo de la planta generan el 40% del total de energía que Castell d’Or requiere para llevar a cabo su actividad, en total 264.080 kWh diarios. Este proyecto evitará una emisión anual de 108 toneladas de CO₂ al año a la atmósfera.

La obra ha sido realizada por la empresa catalana y especializada en energía solar para el autoconsumo Becquel, que se ha encargado de todo el proceso, desde la elaboración del proyecto adaptado a las necesidades de la empresa hasta la puesta en funcionamiento de la planta fotovoltaica. La electricidad que producen los paneles solares es completamente libre de emisiones, hecho que la hace una energía limpia y renovable.

El CEO de Castell d’Or, Jordi Amell, apunta que “nuestros vinos y cavas son el fruto de la tierra y queremos cuidar de los recursos naturales de los que viven muchas familias de agricultores y que permiten crear productos de primera calidad”, y añade que “por este motivo, nuestra dirección apunta indudablemente a lograr la máxima sostenibilidad en nuestro sistema productivo para contribuir a la lucha contra el cambio climático”.

Por su parte, el CEO de Becquel, Jordi Garcia Caberol explica que “poder realizar instalaciones de paneles solares por el autoconsumo con una empresa como Castell d’Or es ir de la mano para intentar evitar el cambio climático”, y añade que “el hecho que Castell d’Or sea propietaria de una gran parte de su energía y reduzca al máximo sus emisiones es lo que más nos satisface ya que es nuestro objetivo principal”.

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