EFE.- Esta acreditación supone una garantía sobre la seguridad y calidad de los alimentos que se consumen, un valor añadido que va dirigido a incrementar la confianza de los consumidores y que permite que los productos puedan competir mejor en el mercado nacional e internacional.
El pliego contiene las normas que los viticultores y bodegueros deben cumplir, así como las normas sobre la vendimia, los tipos de vino, el embotellado y las crianzas.
En junio, la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) ha reconocido la competencia técnica para la realización de la certificación en el sector agroalimentario, y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha remitido el expediente técnico a la Comisión Europea, ha explicado a Efe la propia denominación.
Todas las denominaciones deberán presentar sus nuevos pliegos antes del 31 de diciembre, mientras la Denominación de Origen Cariñena espera que para los meses de septiembre u octubre reciban la resolución del organismo europeo.
Esta denominación se halla inscrita en el Registro de Entidades de Control y Certificación de Productos Agroalimentarios, del Departamento de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón.