Brasil, uno de los principales productores mundiales de alimentos, volvió a reducir la proyección para la cosecha de este año, que según los cálculos será un 9,8% inferior a la de 2015 y supone la mayor disminución en las últimas dos décadas, según las previsiones oficiales divulgadas ayer.

De acuerdo con la proyección realizada en julio por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), la cosecha de este año alcanzará 189 millones de toneladas, lo que supone un 1,4 puntos porcentuales más de la reducción calculada en junio, que fue del 8,4%.

En 2015 se recogieron 209,4 millones de toneladas, lo que supuso una cosecha récord para el gigante agrícola suramericano.

La mayor reducción de la cosecha agrícola brasileña se presentó en 1996 con un 13,3 % menos frente al año anterior.

El sector agrícola fue el único que avanzó el año pasado, cuando Brasil registró una contracción del 3,8 % del PIB

El IBGE calculó en julio que el área cosechada en Brasil este año será de 57,6 millones de hectáreas, prácticamente el mismo territorio utilizado en 2015.

El instituto, además, prevé que la soja, el arroz y el maíz, los granos más cultivados en Brasil, supondrán el 92,5 % de la producción y corresponderán al 87,5 % del área cosechada, prácticamente los mismos cálculos que se tenían en junio con el 92,4 % y el 87,4 % respectivamente.

El sector agrícola fue el único que avanzó el año pasado, cuando Brasil registró una contracción del 3,8 % de su producto interior bruto (PIB) y que de acuerdo con las previsiones económicas se mantendrá este año para confirmar la recesión por la que pasa la mayor nación latinoamericana.

En parte, el IBGE atribuyó la reducción a «las condiciones climáticas que perjudicaron la primera cosecha (2015-2016)» y que «persistirán durante la segunda (2016-2017)», señaló el comunicado.

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