El Servicio de Analítica de Alimentos de Biomedal es referencia en la detección de gluten para la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), no solo por tener certificación ISO17025 para los alimentos más comunes, sino por su fructífera actividad investigadora y de obtención de patentes de Biomedal, que es puntera a nivel internacional en el ámbito de la enfermedad celíaca. Biomedal Diagnostics presta también otros servicios analíticos entre los que se encuentra la identificación de especies, y que está cubriendo la necesidad de empresas alimenticias que están respondiendo activamente a la preocupación de los consumidores por el origen de la carne.
La empresa andaluza Biomedal, dirigida por Ángel Cebolla, dispone de una plantilla en la que se incluyen bioquímicos, farmacéuticos, biólogos y biotecnólogos. Fundada en 2000, dispone de tres sedes en Sevilla: sus oficinas centrales en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93; el Laboratorio Biomedal Life Sciences ubicado en Campus de la Universidad Pablo de Olavide; y el Laboratorio Biomedal Diagnostics y para la producción de kits GlutenTox® en el parque industrial Parque Plata.
Biomedal apostó por la presencia internacional abriendo a final de verano en el estado norteamericano de Nueva Jersey su primera sede internacional. La empresa andaluza cuenta ya con clientes en más de 40 países repartidos por los cinco continentes.
La firma andaluza ofrece un amplio abanico de servicios para satisfacer las necesidades dentro del campo de la investigación y el análisis sanitario. Los proyectos en colaboración con grupos de investigación han dado lugar a nuevos productos y tecnologías, convirtiéndose en una de las PYMES biotecnológicas con mayor actividad en transferencia tecnológica de España.
Los productos y prestaciones que más han crecido en Biomedal durante 2012 fueron la línea GlutenTox®, el kit de fácil manejo para la detección de la posible presencia de gluten en alimentos, la línea de servicios analíticos de alimentos, que trabaja para empresas de prestigio; y Oleotest, gracias al cual los establecimientos de restauración pueden conocer en dos minutos si el aceite de freír ha superado el nivel de uso permitido por la legislación española.