El grupo farmacéutico alemán Bayer ha elevado la oferta por el fabricante estadounidense de transgénicos Monsanto a 125 dólares por acción en efectivo, frente a los 122 dólares de la primera oferta presentada en mayo.

Bayer valora ahora Monsanto en unos 65.000 millones de dólares (unos 58.560 millones de euros) en comparación con los 62.000 millones de dólares (55.200 millones de euros) ofertados anteriormente.

La empresa alemana informó en un comunicado que mantuvo «las semanas pasadas conversaciones confidenciales con Monsanto» en las que recibió informaciones adicionales que le han llevado a mejorar la oferta.

Monsanto asegura que la va a estudiar y que no se posicionará hasta entonces

La dirección de Monsanto había rechazado la primera oferta por considerarla demasiado baja.

Monsanto, que fue informado verbalmente de ello el 1 de julio y el 9 de julio recibió la nueva oferta correspondiente ajustada, dijo que el consejo de administración la revisará y que hasta entonces no se volverá a pronunciar.

BAYERAsimismo Bayer asegura que ha respondido ampliamente las preguntas sobre financiación y sobre regulación de Monsanto, dudas que entorpecían la operación, y está dispuesto a compromisos con las autoridades para posibilitar la ejecución completa de adquisición.

Bayer, empresa fundada en 1863, ha garantizado a Monsanto que la oferta ofrece seguridad y que no tiene restricciones de financiación. Cinco bancos, BofA Merrill Lynch, Credit Suisse, Goldman Sachs, HSBC y JP Morgan, ya han ofrecido un crédito consorcial para financiar completamente la transacción.

Asimismo Bayer se muestra convencido de poder conseguir todos los permisos de las autoridades de defensa de la competencia en un espacio de tiempo adecuado porque ambas empresas se complementan en productos y presencia geográfica.

Además, Bayer ofrece a Monsanto un pago de 1.500 millones de dólares para el pago de una tasa (Reverse Antitrust Break Fee) por si no se logran las autorizaciones de las autoridades antimonopolio y se rompe el pacto.

«Estamos convencidos de que esta transacción es muy atractiva para los accionistas de Monsanto y ofrece la mejor oportunidad para incrementar el valor de sus acciones de forma segura e inmediata», dijo el presidente de Bayer, Werner Baumann.

Monsanto ha negociado también con la alemana BASF sobre la fusión de sus respectivos negocios agrícolas.

Bayer, que en 2015 ganó 4.100 millones de euros, se ha desprendido de sus divisiones de plásticos para centrarse en el negocio de ciencias biológicas en el que están incluidos los medicamentos y productos agrícolas.

El año pasado Bayer sacó a bolsa Covestro, que era su división de plásticos y se llamaba MaterialScience y en la que mantiene una participación del 69 % de la que se quiere desprender.

MONSANTO 1La fusión de Bayer Crop Science y Monsanto crearía un líder mundial en el negocio de agroquímica con una facturación conjunta de 23.100 millones de euros.

Syngenta y Chemchina facturan juntas 14.800 millones de euros y Dow Chemical y Dupont, 14.600 millones de euros.

El volumen de mercado mundial total del negocio de agroquímica es de unos 85.000 millones de euros.

Bayer tiene 116.800 empleados y facturó 46.300 millones; Monsanto facturó casi 13.000 millones de euros con 22.500 empleados

Bayer, que tiene 116.800 empleados y facturó 46.300 millones de euros el año pasado, quiere evitar ser adquirido por otras compañías del sector, según fuentes de la empresa alemana.

Monsanto facturó el año pasado casi 13.000 millones de euros con 22.500 empleados y tuvo un beneficio neto de unos 2.000 millones de euros.

En caso de que se lleve a cabo la transacción, se trataría de la adquisición más cara de una empresa alemana hasta ahora.

Bayer produce el preparado contra la trombosis Xarelto, que es uno de sus medicamentos con mayor crecimiento de las ventas, y otros medicamentos sin receta.

La agencia de medición de riesgos Moody’s colocó a finales de mayo a Bayer en la lista de revisión para bajar la calificación de A3, un notable bajo, tras la oferta a Monsanto porque señalaba un cambio en la política financiera de Bayer y un fuerte incremento del apalancamiento financiero.

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