El Parlamento balear ha aprobado de forma definitiva la proposición de ley para regular las corridas de toros en las Islas Baleares. Con esta medida, el ejecutivo balear prohíbe la muerte del animal durante el espectáculo e impone restricciones como que sólo haya un máximo de tres toros que no podrán ser ni heridos con las banderillas, ni ajusticiados con la espada, en una faena que durará un máximo de diez minutos, y con controles antidoping para animales y toreros.

Ante esta aprobación, que «mutila aspectos esenciales de la corrida de toros», la Fundación del Toro de Lidia (FTL) anuncia que está dispuesta a denunciarla ante los tribunales al considerar que es un fraude de ley, al pretender prohibir las corridas de toros por medio de una argucia legal, cual es una regulación esperpéntica que las desnaturaliza por completo.

La iniciativa legislativa, otra de las más polémicas de esta legislatura, ha visto finalmente la luz con el aplauso de los grupos del Pacto (PSOE, MÉS y Podemos), pero con la oposición de PP y Ciudadanos, que insisten en que roza la inconstitucionalidad al interferir con leyes estatales.

Este es el segundo proyecto de ley que se ha presentado para regular las corridas de toros en las islas, ya que el primero directamente pretendía prohibirlas, lo que invadía competencias estatales al estar declarada la tauromaquia patrimonio histórico y cultural, e iba en contra de sentencias que se pronunciaban en el mismo sentido.

Tampoco habrá muerte del toro en el encierro de Fornalutx y se prohíben las novilladas

Por ello, la propuesta inicial debió modificarse para encajar en la ley estatal, dentro de las competencias propias marcadas en el Estatuto de Autonomía, y con el fin de evitar futuros reveses jurídicos, según explicaron en su momento desde PSIB, MÉS y Podemos.

La ley que se ha aprobado en un pleno extraordinario y permitirá las corridas en las islas, con un máximo de tres toros que no podrán ser ni heridos con las banderillas, ni ajusticiados con la espada, en una faena que durará un máximo de diez minutos, y con controles «antidoping» para animales y toreros.

La ley sí permitirá el «correbou» (encierro) de Fornalutx, aunque establece que el toro tampoco podrá ser maltratado durante la fiesta, ni matado al finalizar el espectáculo, mientras un veterinario deberá certificar que el animal ha sido tratado correctamente.

La ley velará para que en ningún espectáculo se maltrate ni se mate a los animales y, en el caso de las corridas de toros, se prohíbe la presencia de caballos, y la venta y consumo de alcohol en las plazas, a la vez que se eleva de 16 a 18 años la edad para presenciarlas.

Además, la normativa prohíbe las novilladas y establece que los toros de lidia, tras ser transportados desde la Península, descansen 48 horas antes del espectáculo.

La ley también recoge sanciones leves, cuyo coste asciende de 300 a 1.000 euros; las graves, hasta 10.000 euros, y las muy graves, hasta 100.000 euros.

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