La campaña citrícola 2016/2017 este año ha estado marcada por varios factores que lastraron el inicio de la venta de la cosecha en nuestro país, afectando gravemente a las variedades tempranas de naranjas y mandarinas. Entre ellos, cabe mencionar el acuerdo de la UE con Sudáfrica, que permitió la entrada masiva de naranjas de este país sin aranceles, hecho que provocó la sobreinundación de producto y la caída empicada de los precios. Sin embargo, desde Asaja Alicante se ha hecho un balance de la campaña de cítricos «aceptable, de aprobado pero sin nota» gracias al incremento de producción y precios estables

El caso del limón es el que más ha despuntado favorablemente y esto se debe a un fuerte incremento de producción en limón en fresco, que ha registrado un aumento del 30%, tanto en la variedad Verna como en Fino. Concretamente, el Verna, que ahora se encuentra en plena campaña, ha pasado de 90.000 a 117.000 toneladas.

El limón Fino ha registrado cifras por encima de las 800.000 toneladas. Al fuerte incremento de kilos se le suma la estabilidad de unos precios aceptables durante toda la campaña de cítricos, propiciando que ésta haya sido una de las mejores cosechas de los últimos años en cuanto a rentabilidad para el agricultor.

Referente a la variedad Verna, los precios en campo no han sido tan elevados como el año pasado, que rozaron picos “históricos”, llegando a sobrepasar los 1,20 euros el kilo en origen, y se han situado entre 0,60-0,70 céntimos el kilo durante toda la campaña. El Fino arrancó con precios en origen de 1 euro el kilo y, después, se estabilizó entre 0,30-0,40 céntimos.

Los productores citrícolas del sureste español han creado un modelo a seguir por su buen hacer

“Aunque han descendido los precios con respecto a la campaña citrícola 2014/2015, hemos visto que el notable aumento de producción y la estabilización de unos precios medios decentes han provocado gran rentabilidad para los productores, que ya afirman que esta ha sido la mejor campaña del limón de los últimos años”, afirma el presidente de Jóvenes Agricultores ASAJA Orihuela, José Vicente Andreu.

Los productores citrícolas del sureste español han creado un modelo a seguir por su buen hacer, lo que ha aportado un plus de calidad y reconocimiento a nuestros cítricos. Con ello, han logrado que esta campaña haya sido histórica y han demostrado que cuando hay un producto de calidad y el precio en campo es bueno para el agricultor, también se beneficia el resto de los eslabones de la cadena alimentaria.

“Con esta campaña se ha demostrado que, si tenemos un producto de alta calidad, no es necesario pagar al agricultor precios ínfimos, porque tendrá un buen precio de mercado y dará beneficios a todos. Este año, tanto el agricultor como las comercializadoras y distribuidoras han ganado, y esto debe sentar un precedente y convertirse en un ejemplo a seguir de cara a otros cultivos. Cuando el precio en origen es óptimo, la campaña es buena para todos los eslabones que intervienen en la cadena alimentaria”, asegura el presidente de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante, Eladio Aniorte.

España se ha convertido en el segundo país productor del limón a nivel mundial y la calidad inigualable de nuestro producto es reconocida internacionalmente, lo que ha favorecido las exportaciones. Por ello, la demanda va a continuar al alza. “Desde Asaja estimamos que el limón va a seguir siendo rentable en los próximos años porque, por mucho que planten nuevos árboles, el área para cultivar este cítrico se limita a Alicante y Murcia, por lo que el techo no es ilimitado”, asegura el presidente de ASAJA Alicante.

“Otro factor que ha jugado a favor del buen desarrollo de la campaña de limón nacional es la poca influencia de las importaciones de limón de países terceros”, según Aniorte. Aunque sí denuncia la práctica de las grandes superficies de comprar limón extracomunitario para sostener los precios e impedir que suban en exceso. “Una práctica muy habitual por parte de la gran distribución”.

Para el próximo año se prevé un descenso acusado de producción del Verna, que puede bajar a menos de 100.000 toneladas, dado que esta variedad va alternando los picos de producción y, tras un fuerte incremento de fruta esta campaña, el próximo año se espera menos cosecha.

Mandarinas y naranjas

No han corrido la misma las mandarinas de variedades tempranas como las Oronules, que arrancaron la campaña con precios totalmente hundidos de 0,15 céntimos el kilo en campo, por debajo de los costes, por culpa de la sobreproducción y de la entrada de naranjas y mandarinas de Sudáfrica.

Las variedades de media estación como las Orogrande y las Clemenules tampoco salieron airosas. Y es que, las fuertes lluvias e inundaciones que asolaron la Vega Baja en el mes de diciembre provocaron la pérdida de más del 80% de la cosecha.

Sí se salvaron de una campaña catastrófica las mandarinas tardías. La Clemenvilla y la Hernandina se vendieron a buenos precios, alcanzando los 0,40 céntimos el kilo en origen. La Nadorcott llegó a estar entre los 0,70-0,80 céntimos el kilo en campo, propiciando una elevada rentabilidad.

En cuanto a las naranjas primerizas como la Navelina, el precio ha sido bajo, raspando incluso los costes de producción, situándose entre los 0,18-0,20 céntimos el kilo. Por su parte, las naranjas de media estación o tardías como la Navelate o Lane Late, se vendieron en origen a precios aceptables de 0,30 céntimos. Las tardías como la Navel Powell y la Chislett Summer se han vendido a alrededor de 0,50 céntimos el kilo, con lo que el agricultor ha registrado buena rentabilidad.

Como conclusión, la campaña de naranjas y mandarinas ha sido aceptable para variedades medias y, sobre todo, tardías. Sí hay que lamentar la pésima coyuntura de las clementinas y naranjas tempranas, que se vieron muy afectadas por las fuertes lluvias y la entrada de cítricos de Sudáfrica. En cuanto al nivel de producción, cabe señalar que se ha registrado una cosecha récord de naranjas y mandarinas, con un incremento global de kilos de más del 40%.

Con todo ello, ASAJA Alicante considera que la campaña 2016/2017 ha sido aceptable. No obstante, subrayamos que los problemas de bajos precios y nula rentabilidad para el agricultor no han desaparecido en absoluto. La naranja sigue teniendo un problema grave de estructura de mercado y es necesario concretar medidas, cambios estructurales profundos que defiendan a la producción en origen ante el mercado libre especulativo y muy codicioso. Desde nuestra organización, creemos que las soluciones para la agricultura mediterránea y los cítricos pasan por medidas de intervención que protejan a los productores y propicien estabilidad en precios.

Falta de agua

Actualmente, la provincia de Alicante representa el 40% de la superficie total de limón nacional, mientras que el 60% restante se reparte entre la Región de Murcia y Andalucía. Un porcentaje que demuestra el ejemplar sistema productivo agroalimentario del sureste español y que, hasta el momento y con grandes esfuerzos, los agricultores de cítricos han conseguido mantener a flote con los escasos recursos hídricos de los que disponemos. Pero con el trasvase Tajo-Segura cerrado la situación cambia y los productores no saben cuántos meses más van a poder sostener este entramado productivo, puntero en España y Europa.

“Ahora mismo estamos en un momento crítico porque no hay agua. Si no se activa el acueducto del Tajo nuestros cultivos no podrán soportar otra campaña en las condiciones de sequía extrema que nos encontramos y ante uno de los veranos más secos y calurosos de los últimos años. Es una verdadera aberración que el Gobierno de España ponga en peligro el modelo productivo del Levante”, denuncia Aniorte.

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