Azucarera estima llegar esta campaña, la de 2020/21, a las 12.000 hectáreas de superficie de remolacha sembradas en la zona norte, lo que supone un incremento de un 20% respecto a la anterior. Este aumento sigue la senda de la evolución registrada en el sur, donde los agricultores han apostado por la remolacha como un cultivo estable y rentable, sembrando en esta campaña un 27% más de hectáreas que en la pasada y superando las 7.700.

Azucarera contempla un crecimiento de hectáreas en las zonas de influencia de Toro (Zamora) y de La Bañeza (León), y el mantenimiento de las hectáreas sembradas en el entorno de Miranda de Ebro (Burgos), con expectativas de futuro en esta fábrica debido a la incorporación al regadío de cada vez más terreno en Palencia y la influencia del Pisuerga, así como en Navarra, donde la remolacha puede convertirse en uno de los cultivos más rentables, seguros y sostenibles.

Hasta el momento ya se han sembrado mas de 1.300 hectáreas de remolacha en el entorno de Toro, más de 800 en la zona de Miranda de Ebro y más de 500 en la de La Bañeza. En esta última todavía se está molturando raíz y el grueso de siembras no se llevará a cabo hasta finales de este mes.

Estas estimaciones confirman que se revierte la tendencia de los últimos años de crisis y que el cultivo de la remolacha vuelve a ser rentable con el precio del azúcar en progresión, como así indican los mercados internacionales.

Cabe recordar que en el caso de Palencia se harán contratos de integración, mediante los que alcanza acuerdos con los agricultores para cultivar la raíz de forma conjunta.

El contrato se ajusta a las condiciones concretas de cada productor y cada explotación, de modo que se diseña un ‘traje a medida’ “que supone beneficios para ambas partes y hace de la remolacha una opción atractiva, minimizando los riesgos”, según la empresa.

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