El presidente de la cooperativa agraria Alimer, Julián Díaz, ha advertido este martes 2 de que el sector tendrá que subir los precios “entre un 25 y un 35 por ciento” para repercutir a sus clientes el incremento de los costes de producción acumulados durante la pandemia, en la que los precios se han mantenido estables.

Las manifestaciones de Díaz a los periodistas se han producido durante una visita del consejero de Agricultura, Antonio Luengo, y del alcalde, Diego José Mateos, a las instalaciones de esta cooperativa en Lorca, que, con más de 1.800 socios, es de las más grandes de la Región de Murcia.

Según ha explicado, “ha llegado el momento de poner en valor el trabajo que ha hecho el sector agrario de cara a los clientes y que sepan reconocer que hemos estado a la altura cuando teníamos que estar”.

“Ahora hay que pedirles que incrementen el precio para intentar contrarrestar el aumento de los costes que hemos tenido que acometer” y ha defendido que durante la fase más dura de la crisis “no hemos valorado si el gasto era más o era menos, porque lo importante era la salud de las personas y el suministro del producto en los supermercados”.

La horquilla para subir los precios que sería justa oscila entre el 25 y el 35 por ciento “dependiendo de las confecciones y de que sean más manuales o menos”.

Díaz ha señalado que el sector primario se ha adaptado rápidamente a las exigencias sanitarias para mantener la producción y evitar el desabastecimiento, pero para ello ha realizado una importante inversión mientras se reducía la productividad un 35% al limitar el número de trabajadores en las plantaciones, en los transportes y en los almacenes de para mantener las medidas de seguridad.

aLos costes de producción se han incrementado “entre un 30 y un 35%” por la ampliación de  los protocolos de prevención y seguridad

El presidente de Alimer se ha referido a todos los protocolos que se han tenido que tomar en las distintas fases de la cadena productiva, la instalación de elementos de separación entre trabajadores, el gasto en equipos de protección individual e incluso el recargo en el precio de las contrataciones de personal que han impuesto las empresas de trabajo temporal por el transporte al ser necesarios más autobuses para llevar a menos trabajadores.

En la fase más dura de la pandemia, ha añadido, las medidas de seguridad se adoptaron sin mirar su coste “porque lo importante era la tranquilidad de los trabajadores” y la confianza de los clientes “en un momento muy complicado”.

Los costes de producción se han incrementado “entre un 30 y un 35 por ciento” por la ampliación de todos los protocolos de prevención y seguridad en el trabajo, ha afirmado el presidente de Alimentos del Mediterráneo.

“En los primeros días pudimos asumir la situación porque teníamos producto para trabajar y había demanda. Se pudo atender a los clientes de toda la vida y creo que se ha hecho bien” dada la situación de excepcionalidad, ha afirmado Díaz que ha negado que se haya producido “especulación” en el sector agrícola.

Por su parte, el consejero ha dicho que durante la crisis “hubo un momento en el que los cooperativistas no miraban el precio, solo se recolectaba y se servía a los lineales». «Nadie ha mirado si había que hacer un sobreesfuerzo para poder garantizar el transporte o las inversiones en las instalaciones para garantizar la seguridad”, ha apostillado.

Igual que Díaz, Luengo ve bien que se deba subir los precios, ya que ha considerado que ha llegado el momento de “intentar devolver” ese esfuerzo “y esa gran inversión” realizada durante la crisis “en la que se han asumido muchos gastos extraordinarios” desde las empresas del sector primario.

Ha subrayado que ninguna cooperativa murciana ha dejado de suministrar alimentos durante la pandemia de la covid-19 como consecuencia de ese incremento de costes y ha subrayado el comportamiento modélico del sector en la crisis sanitaria.

(Foto principal: FHAlmería)

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