Las Organizaciones Agrarias ASAJA y COAG Almería valoran de forma muy positiva el análisis sobre el papel, funciones y los retos de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) que centró la jornada celebrada en el Edificio de las Mariposas de Cajamar y que ha contado con la participación ponentes de primer orden y con un amplio conocimiento del sector hortofrutícola, que son quienes han puesto sobre la mesa cuestiones como la necesaria organización de la comercialización, la gestión conjunta de medidas preventivas y de gestión de las crisis de mercado y la necesaria mayor implantación de una figura (OP) que en otros países tiene una gran influencia, pero que en nuestra provincia aún tiene camino por recorrer, cuestión que ha sido una de las principales conclusiones trasladadas por los diferentes ponentes.

Apenas el 49% de los productores están amparados bajo esta figura, pero es más, existen incluso diferencias en el nivel de organización en función del producto, así, por ejemplo el total del volumen comercializado en España de tomate, pepino y pimiento bajo una OP supera el 55%; y en cambio, el grado de agrupamiento en calabacín es de apenas el 18% y berenjena ronda el 34%.

Con esta situación, el agricultor de forma individual, y sus empresas, no tienen el suficiente poder de negociación ante una distribución cada vez más concentrada, esto nos sitúa en clara desventaja, ante esta realidad ASAJA y COAG han querido a través de esta jornada concienciar en la importancia que tiene conseguir una mayor organización en Ops para poder planificar la producción en función del mercado, comercializar de forma conjunta para conseguir incrementar la rentabilidad, disminuir los costes, gestionar las crisis de precios y dar al sector mayor fuerza, usando para ello el marco normativo vigente.

El objetivo de este acto es motivar y abrir el debate y la reflexión para llevar a cabo una “revolución comercial” que garantice un reparto del valor que se genera en la cadena, mejorar nuestra capacidad de reacción ante una crisis y potenciar la capacidad de negociación desde el sector en origen. Como broche a esta jornada y basándose en las informaciones y conclusiones de la misma, ASAJA y COAG están elaborando un manifiesto abierto a la adhesión y participación de todos los agentes del sector a los que se les hará llegar para que sirva como hoja de ruta de esta necesaria “revolución comercial”.

Comercializar mejor, defendernos ante las crisis y defender el precio son los principales retos no sólo de los agricultores, sino de las OPFH existentes en la provincia y de su Asociación, que tiene en su mano los mecanismos legislativos para empezar a cambiar la situación. Ambas organizaciones agrarias somos conscientes de las dificultades y las mejoras que se pueden realizar en los mecanismos de gestión de crisis, pero hay una cosa que ha quedado clara: “si  no se emplean, no podemos medir su eficacia ni tampoco mejorarlos”.

La opinión de los ponentes

La primera de las reflexiones que se lanzaron en la jornada llegó de la mano de María López (directora territorial de Cajamar) quien en su intervención recordó que las OPFH son un instrumento válido para mejorar la renta de la agricultura familiar y recordó que, si en la actualidad llegan a la provincia unos 50 millones de euros para los programas operativos de 40 Ops, si se consiguiera incrementar el número de agricultores que comercializan bajo está fórmula dicha cantidad podría alcanzar los 100 millones de euros anuales.

Por su parte el director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Fernando Miranda ha señalado que es una realidad que el  sector debe estar organizado y más concentrado para aprovechar el potencial que tiene y recordó que “existen herramientas para defenderse y poner en valor su producto al salir al mercado, con mayor capacidad de negociación y también para afrontar las crisis mejor y defender el precio”. Éstas son algunas de las funciones que pueden desempeñar las OPFHs y sus asociaciones.

También recordó que el 49% de los productores y por tanto su producción está dentro de una OP, pero el resto no, así el sector debe en primer lugar: incrementar la participación de los agricultores y en segundo avanzar en la concentración, “no se trata de crear un mayor número de Ops, sino de hacerlas más grandes, y para ello están las Asociaciones de OPFH, que son clave para planificar y programar actuaciones conjuntas en comercialización y también en gestión de crisis”. Sobre esto último recordó también que el Programa Operativo debe estar diseñado como la estrategia comercial de la OP e incluir la planificación de la producción, prevención y gestión de crisis, las actuaciones de promoción etc.

Rafael Peral, Secretario General de Agricultura y Alimentación de la Junta de Andalucía  desgranó las novedades para la incorporación de los agricultores que comercializan a través de alhóndigas a Organizaciones de Productores, una opción que ya está disponible. “Es un paso importante que estos agricultores tengan esta opción porque las Organizaciones de Productores están llamadas a cobrar un mayor peso en el futuro en las políticas europeas, por lo tanto cada vez más esta figura deberá tener un mayor peso y participación en la cadena”.  Recordó que el 40% de las OPFH que existen en Andalucía están en Almería y que se trata de una figura vital para el sector.

Las Asociaciones de Ops también pueden fijar precios

Y por último, Tomás García Azcárate una de las voces con mayor experiencia en política agraria comunitaria, fue el encargado de analizar las funciones de las OPs y las Asociaciones de OPs en la gestión de la comercialización y ante  las crisis de mercado. Cuestión sobre la que recalcó “los reglamentos comunitarios permiten a las Asociaciones de Ops trabajar de forma conjunta, planificando la cantidad y la calidad de la oferta, incluyendo entre sus funciones la del diálogo, la relación de confianza de sus miembros para estar bien posicionados ante la negociación con la distribución”.

Recordó que las funciones de una Asociación de Ops son las mismas que las de una OP, y entre ellas está la de fijar los precios, y que la gestión de crisis cobra un mayor sentido y un mayor impacto en una AOP. “Una OP puede decidir no vender por debajo de un precio que haya decidido, formando parte de su estrategia comercial”. Esta medida, la de fijar precios tiene alguna excepción, el abuso de posición dominante y el fijar precios no razonables al consumidor.

Asimismo insistió en la necesidad de cambiar el individualismo por el diálogo y la colaboración en toda la cadena de forma “que el esfuerzo sea compartido, el producto bien tratado y el valor sea repartido de forma equilibrada en la cadena y dignificar el producto, “sin reequilibrio en la cadena no habrá recuperación de la renta de los agricultores”.

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