La vitamina E es un antioxidante con reconocidas virtudes sobre la salud humana (prevención de enfermedades cardiovasculares, Parkinson y otras enfermedades nerviosas), que además de encontrarse de forma natural en los forrajes, se adiciona en los piensos comerciales utilizados en el cebo de corderos. Por otra parte, esta vitamina proporciona una estabilidad oxidativa, aspecto muy importante especialmente en la carne ya que alarga la vida útil del producto retrasando la aparición del sabor a rancio, así como manteniendo el color rojo característico de la carne fresca durante más tiempo.

     Además, la vitamina E es un micronutriente liposoluble que puede estudiarse como marcador del tipo de alimentación que recibe el animal ya que su concentración varía en función de la dieta recibida, existiendo una relación positiva entre la concentración ingerida y la observada en plasma, leche y músculo.

Se ha estudiado poco en rumiantes

    El Dr. Jorge Hugo Calvo Lacosta, investigador ARAID-CITA, lidera el equipo investigador de este proyecto, formado por investigadores del Grupo reconocido por el Gobierno de Aragón “Alimentación y genética molecular aplicada a la calidad y seguridad de los productos agroalimentarios en rumiantes.”, y del INIA. Dicho Grupo es un equipo multidisciplinar que incluye a genetistas cuantitativos y moleculares, nutricionistas, y produccionistas. Este equipo ya abordo el proyecto INIA RTA2009-0091, “Nutrigenómica: Factores genético nutricionales implicados en la calidad de la carne de corderos ligeros”, del que deriva el presente proyecto. La empresa Oviaragón participa con La Finca Experimental de Ayés en este trabajo.

    Los productos de la ganadería (carne, leche, huevos) tienen unos parámetros de calidad definidos que están influidos, entre otros factores, por el tipo de alimentación que recibe el animal, y por factores genéticos. Entre los parámetros que definen la calidad de la carne en relación con la salud humana, destacan el contenido de ácidos grasos saturados, y polinsaturados, la relación de ácidos grasos polinsaturados omega 6/omega 3, y contenido en vitamina E, este último objeto de estudio del presente proyecto.

   Hasta la fecha, en rumiantes, especialmente en la especie ovina, pocos son los trabajos cuyos objetivos sean abordar y proporcionar información sobre las relaciones “dieta-gen” en el perfil de ácidos grasos o contenido de metabolitos de importancia en producción animal o salud humana en diferentes tejidos. La nutrigenómica supone una nueva aproximación de las investigaciones en nutrición, que aúna la aplicación de las poderosas tecnologías de la genómica funcional (transcriptómica, proteómica, metabolómica), junto a la bioinformática y la biología molecular, con técnicas nutricionales y bioquímicas clásicamente establecidas.

     Entre sus objetivos esenciales está determinar los efectos y mecanismos por los cuales la alimentación, sus componentes individuales y las combinaciones de ellos regulan los procesos metabólicos dentro de las células y tejidos del organismo, así como las aplicaciones de estos nuevos conocimientos.

     La integración de la nutrigenómica en la producción animal permitirá conocer las interacciones gen-nutriente sobre caracteres relacionados con la calidad de la carne, o de la leche, tanto en el aspecto sensorial, como en su relación con la salud humana: contenido de ácidos grasos saturados, % de grasa y de proteína, colesterol, o los isómeros de ALC (ácido linoleico conjugado), u otros nutrientes como las vitaminas.

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