Es importante recordar que una buena semilla asegura una rápida implantación de la pradera, incluso en condiciones desfavorables, evitando la invasión de adventicias y, por tanto, aumentando el rendimiento de las praderas, según recoge en el blog de LG Semillas.

La siembra de praderas puede realizarse en otoño o en primavera pero, en cualquier caso, la implantación debe quedar supeditada siempre a la disponibilidad en el suelo de humedad y temperatura adecuadas.
Laboreo:
Las praderas no exigen un laboreo muy exigente pero debemos hacer el apropiado para asegurar una nacencia correcta y uniforme de la semilla. La pradera debe quedar lo más uniforme posible para facilitar las labores y evitar que segadoras, rastrillos y cosechadoras incorporen tierra al silo.
Abonado y Encalado:
La corrección de la acidez del suelo en suelos ácidos es muy importante a la hora de asegurar un buen establecimiento de la pradera y un buen aprovechamiento de los abonos aportados.ph3

Abonado de Fondo:

  • Nitrógeno: Debemos hacer un aporte de N de entre 30 y 40 unidades, bien sea en forma mineral o bien con purines o estiércoles.
  • Fósforo: El fósforo mejora el desarrollo inicial. Es necesario tener datos del estado de la parcela para saber los aportes requeridos.
  • Potasio: Abonado de establecimiento de potasio en función de los niveles iniciales del suelo (en kg /ha de K2O).

suelo

Dosis de Siembra:

La dosis de siembra varía un poco según la especie a sembrar y la época de siembra. No es conveniente sembrar a dosis muy altas, ya que aunque se verá la pradera mucho más bonita al principio, esto será algo negativo a la hora de la cosecha.

En este Apunte Técnico puedes ampliar información y encontrar otros temas de interés como:

  • Época de Siembra
  • Laboreo
  • Abonado y Encalado
  • Abonado de Fondo
  • Dosis de Siembra
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