La aprobación por parte del Parlamento Europeo de la Estrategia ‘De la Granja a la Mesa‘ no ha gustado al sector, que le critican que no tiene en cuenta la viabilidad económica y social del sector productor», califican esta resolución de «irresponsable» y advierten ante aprobación de la Estrategia de que, al no ser vinculante, «no hay obligación legal de incluir nada de sus términos en los Planes Estratégicos Nacionales».
Los primeros en reaccionar fueron desde Cooperativas Agroalimentarias España, que han lamento que el Informe en el que se basa la aprobación de la Eurocámara realiza algunas propuestas «que pondrían en peligro la soberanía alimentaria de la UE al depender de las importaciones de terceros países para alimentar a los europeos, pero también la viabilidad económica de los productores y sus cooperativas europeas».
En concreto, el Parlamento Europeo apoya con la aprobación de la Estrategia los objetivos de reducción de pesticidas y fertilizantes propuestos por la Comisión Europea y pide que sean vinculantes, «algo que podría ser nefasto para el sector ya que estos porcentajes de reducción son fijados políticamente sin tener en cuenta los datos científicos y las alternativas reales con las que cuenta el sector para poder adaptarse a dichas metas».
Pese a todo, aplauden que se haga referencia a la necesidad de tener en cuenta el Estudio de Impacto del Centro de Investigación de la Comisión Europea (JRC) y que la gestión de los europarlamentarios españoles haya propiciado el reconocimiento de la importancia de las cooperativas agroalimentarias y las organizaciones de productores «para hacer a los agricultores más resilientes en el mercado y avanzar hacia una mayor sostenibilidad económica. Destaca a las cooperativas como un instrumento esencial para aumentar el valor añadido de los productos de los agricultores, mejorar su peso en la cadena alimentaria y ofrecer servicios que no obtendrían de forma individual».
UNA APROBACIÓN «IRRESPONSABLE» PERO «SIN MEDIR LOS PERJUICIOS PARA AGRICULTORES Y GANADEROS»
Desde Unión de Uniones se señala que esta aprobación «refrenda irresponsablemente los objetivos de la Comisión que se traducirán en la reducción del uso de fertilizantes, fitosanitarios, antimicrobianos, en la eliminación de la cría ganadera en jaulas y, en términos generales, en un mayor nivel de compromisos ambientales y de bienestar animal. Esto es así pese a que el Parlamento reconoce que el modelo europeo es ya el más exigente del mundo, que no se cuenta con mayores recursos financieros para apoyar esta transición, que no se han medido los efectos de la misma y que tampoco se cuenta en la actualidad con mecanismos que garanticen esos mismos estándares por parte de las producciones importadas desde países terceros».
Asimismo, ven que «la resolución es un claro ejemplo de buenismo que da el ok a todo lo que la Comisión quiere imponer», señalan desde Unión de Uniones, «pero sin medir los perjuicios para los agricultores y ganaderos europeos». Unos perjuicios que, junto con las dudas de que la estrategia represente avances significativos en las emisiones GEIs a nivel global, han sido identificados por varios estudios independientes y que la Comisión simplemente se ha limitado a desmerecer sin haber presentado ninguna evaluación propia de impacto, transcurrido ya un año y medio desde su publicación.
Finalmene, se lamenta que se ignore, además, «que los profundos cambios y los avances innovadores que serían necesarios para modificar los actuales patrones de producción y consumo no es posible que estén listos para acompasarse con las restricciones que la Comisión pretende imponer en el corto plazo».
AL NO SER VINCULANTE NO SE DEBE INCLUIR NADA EN LOS PLANES ESTRATÉGICOS NACIONALES
Por su parte, desde ASAJA Castilla-La Mancha se ha puesto el acento en que la aprobación de la Estrategia no es vinculante, por lo que supone que, aunque se debe tener en cuenta, no hay obligación legal de incluir nada en los Planes Estratégicos Nacionales.
Además, las propuestas legislativas en las que se plasme la estrategia deberán ir precedidas de un informe de impacto previo correspondientes. En este sentido, y después de que se haya ocultado durante meses un informe que mencionaba el posible impacto negativo para el sector europeo de algunas de las propuestas de la estrategia, la organización agraria ha valorado que se obligue a tener en cuenta las consecuencias que tendrán los agricultores y ganaderos antes de seguir adelante.
Por todo ello, la organización agraria ha pedido que el Plan Estratégico de España, que debe estar cerrado antes de que acabe el año, se replantee algunas de las propuestas que perjudican gravemente al sistema productivo y a los agricultores y ganaderos profesionales.