La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) trabaja, con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), desde el año 2015 en el proyecto de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) del Jamón Serrano, una iniciativa largamente demandada por la inmensa mayoría del sector jamonero español que busca reforzar la protección de la denominación de dicho producto a nivel internacional.

El sector desea que se consiga pronto esta protección, ya que después de varios años de trabajo, la Comisión Europea informó a las autoridades españolas que consideraba viable la IGP para el Jamón Serrano, basándose en la enorme reputación de este producto, dentro y fuera de nuestras fronteras, reconocida, probada y documentada.

Un estudio encargado por ANICE en varios Estados miembros demostró que los consumidores de esos países asocian al Jamón Serrano con España, al tiempo que las etiquetas de este producto, cuando se comercializa fuera de nuestras fronteras, muy frecuentemente hacen alusión al origen español del mismo.

Asimismo, defiende que este proyecto, de gran interés para todas las empresas cárnicas españolas que elaboran Jamón Serrano, confiere a este producto emblemático de nuestra gastronomía una protección jurídica muy superior a la actual Especialidad Tradicional Garantizada (ETG).

La ETG está regulada y protegida por la Unión Europea desde 1999, definiendo sus características, requisitos de calidad y controles, pero no se puede impedir que se produzca jamón legalmente fuera de España bajo el término «Jamón Serrano», siempre que esté certificado el cumplimiento del Pliego de Condiciones.

Cabe destacar que este cambio no altera las especificaciones básicas de la ETG, sino que consiste en trasladar de forma idéntica el Pliego de Condiciones de esta figura de calidad, vigente desde hace 20 años, a la nueva IGP, garantizando con ello que ningún productor actual se vea perjudicado.

En este sentido, insiste en que el Jamón Serrano es parte de la cultura española, un producto especialmente valorado por los consumidores nacionales e internacionales. La ‘Marca España’ tiene un amplio reconocimiento gracias a la seguridad, calidad y variedad de los productos españoles, entre los que se encuentra este tipo de jamón, convirtiéndose así en uno de los alimentos más destacados y reconocidos del mundo.

LOS PRODUCTORES DE JAMÓN SERRANO EN ESPAÑA PODRÁN SEGUIR UTILIZANDO ESA DENOMINACIÓN

Pese a que se haya solicitado el cambio de una ETG a una IGP, cualquier productor de Jamón Serrano español podrá seguir produciéndolo como hasta ahora y empleando el mismo término para denominarlo, ya que el Pliego de Condiciones de la IGP es equivalente al de la ETG actualmente vigente.  Es por ello por lo que ANICE considera que la IGP del Jamón Serrano no perjudica a ningún operador del sector jamonero español.

Además, el cambio a esta figura de calidad permite limitar la producción y elaboración del Jamón Serrano exclusivamente a España, al contrario de lo que ocurre con la ETG, en virtud de la cual, cualquier país del mundo puede elaborarlo. Además, la IGP permitirá lograr una mejor protección internacional mediante los tratados y acuerdos comerciales firmados por la UE con Países Terceros (China, Canadá, México, etc). Esta futura IGP confiere a los operadores un derecho de propiedad intelectual sobre el nombre «Jamón Serrano».

Por el contrario, la Especialidad Tradicional Garantizada no confiere esa protección. Así, por ejemplo, mientras que el Jamón de Parma (Prosciutto di Parma DOP) o el Bayona (Jambon de Bayonne IGP) han sido protegidos mediante un acuerdo bilateral de la UE con China, el Jamón Serrano ETG ha quedado al margen, y desprotegido.

Por todo ello, el sector considera fundamental que esta figura de calidad a nivel nacional cuente con el apoyo de todo el colectivo industrial jamonero español, ya que la IGP del Jamón Serrano será la mayor de nuestro país, no solo en cuanto a volumen y valor económico, sino también porque tendrá reconocimiento a nivel internacional. Además, cabe destacar que la Comisión Europea considera justificada la petición del sector jamonero, ya que existe base legal para la transformación de la ETG en IGP.

El valor de estos productos no lo otorga la figura de calidad que los ampara, sino que está en su nombre propio, en su historia, diferenciación y, por supuesto, en su calidad. En este sentido, esta IGP del Jamón Serrano se uniría a las 96 Indicaciones Geográficas Protegidas Agroalimentarias que coexisten en España, cada una con sus particularidades que las hacen únicas.

El sector jamonero, que agradece el trabajo realizado por el Ministerio de Agricultura desde 2015, y que es consciente de la importancia de este proyecto, ha dedicado tiempo, esfuerzo e ilusión a esta iniciativa, por lo que entiende que se deben tomar medidas para proteger el nombre «Jamón Serrano», patrimonio gastronómico cultural de España.

Finalmente, desde el sector destacan que, en cuanto a la producción de Jamón Serrano, se alcanzaron más de 18,6 millones de piezas producidas en 2019 en las 196 industrias certificadas ubicadas en 15 CCAA, comercializándose un 17% fuera del mercado nacional, según el informe de Datos de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG) de Productos Agroalimentarios, elaborado por el MAPA.

De estas, se exportaron más de 3 millones de piezas en 2019, según datos del mismo informe del MAPA, mencionado anteriormente, lo que denota una importante evolución ascendente y sostenida de las exportaciones de productos de mayor valor como el Jamón Serrano.

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