UPA ha advertido sobre las negativas consecuencias que tendrán para el sector remolachero de Castilla y León en este año 2020 las erróneas decisiones adoptadas por Azucarera Iberia al negarse a negociar un Acuerdo Interprofesional (AMI), lo que provocará que la campaña de siembras de los próximos meses de febrero/marzo no contarán con respaldo de acuerdo alguno.

La deriva en la que se encuentra el sector remolachero es un hecho y como tal se lo han trasladado en estos primeros días del año y además este lunes 13 por escrito al consejero de Agricultura de Castilla y León, Jesús Julio Carnero.

Cabe recordar que el último AMI tiene como fecha de caducidad el final de la actual campaña remolachera, y esto quiere decir que las siembras de los próximos meses de febrero/marzo no contarán con respaldo de acuerdo alguno en cuanto a relaciones interpersonales se refiere.

la no existencia de un Acuerdo Marco para las próximas campañas va a traer repercusiones directas y muy negativas a varios niveles

UPA CyL siempre ha apostado «por garantizar la estabilidad del sector y esto solo es posible por la vía de la negociación a la que se ha negado por activa y por pasiva esta empresa. Con esta decisión unilateral será en este año 2020 en el que se dinamita una relación fructífera de acuerdos profesionales a lo largo de los últimos 30 años mediante el AMI entre productores industriales. Con ello, y como lo demuestran los datos, se pone en peligro el presente y futuro de las fábricas remolacheras asentadas en nuestra región, de los productores y de numerosos puestos de trabajo directos e indirectos».

Por ello, UPA lanza un mensaje de advertencia a las administraciones para que tengan en cuenta que el sector productor no puede ser el pagano de las erróneas decisiones de una empresa, que por otro lado parece dedicar sus esfuerzos en confrontar con los legítimos representantes de los agricultores, que son las Opas,  y en provocar que se prolongue la débil situación que atraviesa esa empresa y también el propio sector productor.

Lo más grave de todo es que la no existencia de un Acuerdo Marco para las próximas campañas va a traer repercusiones directas y muy negativas a varios niveles.

En primer lugar, el sector en su conjunto pierde una baza muy importante frente a las diferentes administraciones para solicitar que en el próximo periodo PAC la remolacha tenga un apoyo similar al que ha tenido en el periodo actual.

En segundo lugar, la cuota destinada a Aimcra (Asociación para la investigación y mejora del cultivo de la remolacha azucarera) deja de tener validez, y el deseo mostrado por Azucarera en varias ocasiones de «adelgazar» la estructura de la asociación será un hecho.

En tercer lugar, la cuota técnica destinada a sufragar los gastos del personal de las fábricas también se verá afectada, y por lo tanto para la próxima campaña de molturación habrá que prescindir de esas personas.

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