Manuel López Jerez / Consultor Estratégico Organizacional

En la era del conocimiento y de la información, consiguen una ventaja competitiva, quienes cuentan con información de calidad:  analizando y diagnosticando acertadamente; y desarrollando una estrategia que incrementa el rendimiento productivo y económico.

Los hechos confirman que nuestra provincia, y especialmente el sector hortofrutícola almeriense está muy diagnosticado. La cuestión es si ese diagnóstico está fortaleciendo o debilitando a un tejido productivo tan importante.

Cogemos un tomate, y después de observar su excelente imagen, probamos su sabor natural y de calidad. Profundizando en el análisis de ésta hortaliza saludable, llegamos a las manos y al corazón del campo: los agricultores, auténticos protagonistas del sector hortofrutícola.

La calidad del tomate tiene un nombre: EXCELENCIA AGRARIA de los agricultores, y demás profesionales que les asesoran en la producción hortofrutícola.

Continuamos observando las hortalizas producidas en tierra almeriense, pero cambiando de escenario. Nos acercamos a supermercados de diversas nacionalidades con centros en Almería, y anotamos el precio. También nos informamos de los precios de nuestras hortalizas en supermercados con centros fuera de España. ¡Eureka! Nos enteramos que existe un gran desfase en el precio de origen y el de destino.

Tantos años diagnosticando el diagnóstico diagnosticado, para llegar a la conclusión de que nuestra calidad hortofrutícola, la compran y la pagan como quieren, las grandes distribuidoras.

Demasiado dinero público destinado a estudios y acciones llevadas a cabo por diversas instituciones y asociaciones: públicas y privadas, para que la situación del campo almeriense camine hacia la insostenibilidad económica.

En el escenario internacional de posicionamiento y control de los mercados, la batalla la están ganando las empresas con equipos estratégicos de obtención y análisis de la información. ¿Alguien duda de que Almería está muy bien diagnosticada por empresas de otros países?

¿La inversión de estas empresas extranjeras en equipos de investigación, análisis, planificación, y acción empresarial, les están generando grandes beneficios económicos?

El sector hortofrutícola almeriense está siendo analizado y diagnosticado por la competencia externa. Lo que me sorprende, como profesional almeriense, es la falta de empatía y compromiso con los agricultores, por parte de muchos profesionales que viven muy bien a costa de la agricultura.

El corazón del campo: los agricultores, requieren de asesoramiento estratégico organizacional, que les ayude a reestructurar algunas empresas comercializadoras ineficientes, con una cultura del “compadreo” propia de países en vías de desarrollo. Una reorganización estratégica de empresas comercializadoras podrá incrementar el rendimiento económico de las explotaciones agrarias y consecuentemente mejorar la calidad de vida de los agricultores.

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