El campo está en pie de guerra y prácticamene no hay un sector que se libre de la falta de rentabilidad de sus explotaciones por la caída de los precios en origen y el incremento de los costes de producción. Sin embargo , la inflación sube y se situó en noviembre en el 5,6%, arrastrada por los precios de la alimentación, lo que supone una subida de dos décimas en comparación con el dato interanual de octubre y marca un nuevo máximo histórico desde septiembre de 1992.

Así se desprende del avance del IPC publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos datos apuntan a que este repunte se produjo pese a la bajada de los precios de la electricidad en comparación con octubre.

Los datos, que se ha hecho públicos el mismo día en el que el ministro de Agricultura, Luis Planas, se reúne con todo el sector agroalimentario para analizar su situaciónd e crisis, revela  que la subida de los precios de la alimentación y, en menor medida, la de los carburantes y lubricantes para vehículos personales están detrás de esta evolución al alza, ya que en noviembre de 2020 ambas categorías descendían.

El avance difundido por el INE también señala que la inflación subyacente -que no incluye el precio de los alimentos ni de la energía- se situó en el 1,7 % este mes, tres décimas más que en octubre y casi cuatro puntos por debajo del IPC general.

La  inflacion sube porque a subida de los precios se ha ido acelerando conforme avanzaba el año.

La tasa del IPC interanual empezó en el 0,5 % en enero, se mantuvo sin cambios en febrero y desde entonces se ha disparado, pasando del 1,3 % en marzo al 2,2 % en abril, al 2,7 % en mayo, al 2,7 % en junio, al 2,9 % en julio, al 3,3 % en agosto, al 4 % de septiembre y al 5,4 % en octubre.

Las cifras contrastan con las de 2020, cuando en nueve de los doce meses del ejercicio se registraron tasas negativas.

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