La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos –COAG- Andalucía asegura que las ayudas de modernización «son un desastre y que la situación ha llegado a ser insostenible». Y es que, tres años después de la primera convocatoria, ésta continua sin resolverse y sin pagarse en su totalidad, a pesar de que miles de agricultores y ganaderos se hayan embarcado en inversiones que, en muchos casos, les ha llevado a la ruina por la falta de cumplimiento de la Junta de Andalucía.

Así, COAG Andalucía considera que la línea de modernización de explotaciones es prioritaria para el sector agro-ganadero, pero que la mala gestión de las mismas está consiguiendo el efecto contrario: desincentivar  las inversiones al ser un desastre.

 “Si de verdad se quiere ayudar al sector, el tema de las ayudas tiene que enfocarse de otra manera. Hay que reinventarlo»

En este sentido se manifiesta Francisco Elvira, miembro de las Juventudes Agrarias de COAG Andalucía, quien afirma que “si se llega a saber de antemano este despropósito, muchos agricultores y ganaderos no se hubieran metido en esta trampa, que es en lo que se han convertido unas ayudas que, a priori, venían como agua de mayo para el sector”.

En concreto, en 2016 se convocaron las ayudas para la modernización de explotaciones agro-ganaderas con un presupuesto inicial de 29,73 millones de euros, que se incrementó hasta los 109,15 millones de euros, de los cuales 72,43 millones de euros eran para modernización genérica, 30,62 millones de euros para olivar y 6,11 millones de euros para la ITI de Cádiz.

Hasta agosto de 2018, dos años después, no hubo resolución definitiva: 90,5 millones de euros para 2.400 expedientes, quedando pendientes más de 1.500 recursos que, a día de hoy, y ya van tres años, aún no han sido respondidos.

“No se han respondido los recursos, pero tampoco se ha pagado la totalidad de las resoluciones aprobadas –comenta Francisco Elvira-. Tan sólo se han abonado algo más de 25 millones de euros, que han comenzado a percibir los beneficiarios el pasado mes de marzo”.

Esta organización recuerda que muchos agricultores, tras resultar beneficiarios, pidieron permiso para comenzar a acometer las actuaciones necesarias para modernizar sus explotaciones. Los pagos llevan un nivel muy bajo: presentando la solicitud de pago en octubre – diciembre de 2018, se cobra sin tener incidencias en agosto de 2019.

“Se han endeudado para ganar eficiencia, reducir costes, etc. -explica Elvira-. Ahora, esperan con impaciencia para poder recibir la ayuda que tienen concedida. Muchos de ellos se encuentran en una muy difícil situación económica, porque se han comprometido con la financiación, y la ayuda que les concedieron años atrás no llega. Por lo que podemos afirmar que las ayudas de modernización lo que han traído, más que nada, es paralización al sector. Han supuesto un ‘estocazo’ para agricultores y ganaderos”.

Ante las circunstancias, desde COAG se insiste en que todo es un desastre y se reclama que se resuelva de una vez por todas lo que se arrastra de la convocatoria de 2016. Además, exige una nueva convocatoria antes de que finalice el año, pero reinventando el sistema, con una necesaria simplificación de todo el trámite por parte de la administración autonómica, porque hasta ahora ha sido un fracaso. “Si de verdad se quiere ayudar al sector, el tema de las ayudas tiene que enfocarse de otra manera. Hay que reinventarlo. Para que sean efectivas, debe salir todos los años en la misma fecha y el pago de las mismas se debe realizar, como máximo, en seis meses”, concluye.

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