La estrategia ‘De la granja a la mesa’, una de las principales iniciativas del Pacto Verde Europeo impulsado por la Comisión, se ha marcado, entre otros objetivos, reducir el uso de productos fitosanitarios, lo que supone un reto sin precedentes para la agricultura. AgroMurcia, que se celebra el 21 y 22 de marzo en el Auditorio El Batel de Cartagena, explora las alternativas existentes a los fitosanitarios químicos para garantizar la protección de los cultivos y la viabilidad de la actividad agrícola.

El control biológico es el método más extendido. Precisamente, fue en Campo de Cartagena donde, a mediados de los noventa, comenzó a implantarse en la península para combatir el trips Frankliniella occidentalis mediante el empleo de enemigos naturales autóctonos. A partir de entonces, su implantación del control biológico se produjo de manera muy rápida, primero en la Región de Murcia, y pocos años después en los invernaderos de Almería.

Para optimizar las estrategias de biocontrol, Pablo Bielza, catedrático de la Universidad Politécnica de Cartagena y presidente de la Sociedad Española de Entomología Aplicada, lleva años investigando la mejora genética de los agentes de control biológico para aumentar su rendimiento como enemigos naturales de las plagas. En su laboratorio, ha obtenido razas mejoradas del depredador Orius laevigatus, especialmente en condiciones difíciles.

«La temperatura tiene un impacto definitivo en todas las especies de plagas y agentes de control biológico presentes en un cultivo. Sin embargo, las plagas y los enemigos naturales pueden tener una respuesta distinta a las condiciones ambientales. Esta diferencia permite el desarrollo de la plaga durante los meses de invierno, pero no el del depredador. En consecuencia, a menudo se observan fallos de control en los meses más fríos. La selección artificial de razas de enemigos naturales con una mejor respuesta a la alimentación subóptima o tolerantes al frío permitiría un control biológico más eficiente y resiliente», sostiene Bielza.

Uno de los factores que afecta a la estabilidad de las comunidades de enemigos naturales es el carácter efímero de muchos de los recursos alimenticios que utilizan en el cultivo. Un diseño y gestión adecuada de infraestructuras ecológicas como las cubiertas vegetales puede incrementar los alimentos alternativos de los enemigos naturales cuando no existen fuentes de alimento primarias en el propio cultivo. César Monzó, entomólogo del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, hablará del uso de cubiertas vegetales para mejorar la estrategia de control biológico por conservación en cítricos. «Cuando los depredadores no disponen de sus presas preferenciales, han de buscar alimento en fuentes alternativas. Si éstas no están inmediatamente disponibles, los enemigos naturales abandonarán el cultivo para garantizar su supervivencia.

En este tipo de modelo, las poblaciones de enemigos naturales suelen ser mucho más fluctuantes y con frecuencia insuficientes para realizar un control efectivo en el momento en que aparece la plaga», explica Monzó.

Enrique Quesada, catedrático de Producción Vegetal de la Universidad de Córdoba, reflexionará en AgroMurcia sobre el potencial de los bioplaguicidas (formulaciones insecticidas, fungicidas o herbicidas, cuya materia activa es un organismo vivo o molécula de origen natural) como alternativa o complemento a los fitosanitarios químicos. Constituyen el segmento de mayor crecimiento dentro del mercado global de productos fitosanitarios, aunque en la actualidad apenas representan un 6% del mismo. «Los bioplaguicidas son complemento y alternativa a los plaguicidas químicos en producción integrada y ecológica respectivamente, e incluso podrían ser una alternativa global si, a través del I+D+i y de la acción política, se responde a las limitaciones y retos planteados acerca de su eficacia, estabilidad, producción y comercialización, así como la tan necesaria formación de las personas en toda la cadena de la producción agrícola y de las relacionadas con los aspectos regulatorio», afirma Quesada.

La utilización de los semioquímicos, como las trampas cebadas con feromonas, supone otra alternativa a los insecticidas químicos. Vicente Navarro-Llopis, investigador del Instituto Agroforestal del Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València, hablará de estas sustancias producidas por los organismos para comunicarse entre sí. «La lucha contra plagas mediante feromonas y otros atrayentes supone una alternativa que se ajusta perfectamente a los requerimientos del Pacto Verde por las características particulares que tiene: baja toxicidad; especificidad, que le permite actuar sobre una plaga sin afectar a la biodiversidad; no generan resistencias, ya que al ser propias de la especie no existen mecanismos de detoxificación ni cambios en el lugar de acción; y actúan a concentraciones extremadamente bajas, por lo que es posible obtener grandes respuestas con pequeñas cantidades», defiende el científico, que pone de ejemplo el uso de feromonas para el control del cotonet de Sudáfrica, Delottococcus aberiae, principal plaga de los cítricos.

Meritxell Pérez-Hedo, investigadora del IVIA, presentará en AgroMurcia los últimos resultados de la inducción de defensas en las plantas, y cómo ésta puede ser útil en el manejo de plagas y enfermedades. Mediante la emisión de sustancias volátiles de origen vegetal (HIPV, por sus siglas en inglés), que las plantas utilizan para comunicarse entre sí, se activan mecanismos de defensa contra plagas y enfermedades que las hacen más resistente frente a plagas, más atrayentes para enemigos naturales y menos susceptible a la multiplicación de enfermedades. El uso de estos HIPV ofrece un nuevo enfoque para el manejo sostenible de plagas.

Al programa científico se han sumado las principales empresas de protección de cultivos, que presentarán sus soluciones y herramientas para mantener una agricultura competitiva y sostenible con una menor dependencia de los fitosanitarios: Andermatt, Artal Smart agriculture, BASF, Bayer, Certis Belchim, Corteva, Massó, Nufarm, Probelte, Seipasa, Sipcam, Timac Agro y Trichodex.

La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca y Phytoma quieren convertir AgroMurcia en el punto de encuentro del sector agrario ante los retos sin precedentes a los que se enfrenta en los próximos años. La primera edición lleva por título De la granja a la mesa, ¿una amenaza o una oportunidad para la sostenibilidad de la agricultura?

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