“Quedan ya muy pocos apicultores y menos que quedarán”. Es la preocupante advertencia que ha hecho el vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía, Francisco Moscoso, que alerta de la desaparición del sector motivada por la evolución del avispón oriental. “Vamos tarde con las medidas y nos preocupa mucho la situación. Estamos sufriendo daños cuantiosos en las provincias de Málaga, Huelva, Cádiz y Sevilla. Nuestros apicultores no aguantan más”, concreta Francisco Moscoso, que espera que, lo antes posible, la Junta de Andalucía convoque una mesa en la que se sienten las consejerías de Sostenibilidad, Agricultura y Salud, junto a las organizaciones agrarias para abordar la situación y establecer medidas contra esta especie invasora.
Francisco Moscoso asegura que, actualmente, los perjuicios en las colmenas son “excepcionalmente cuantiosos”. “La Vespa orientalis causa estragos en las colmenas al cazar abejas para alimentar a sus crías y saquear los recursos de las colmenas, como miel y polen. Esto debilita gravemente las colonias, haciendo que las abejas defensoras no sean suficientes para proteger el panal. En pocos días la población de abejas se reduce drásticamente debido a los ataques del avispón oriental, lo que disminuye la producción de miel y amenaza la supervivencia de la colonia. Es un grave problema no sólo para los apicultores, sino para la agricultura en general, porque muchos cultivos dependen de la polinización de las abejas para salir adelante. Es un problema muy serio ante el que ya se deberían haber adoptado medidas, porque la inacción ha hecho posible que el avispón oriental se expanda por las provincias de Málaga, Sevilla, Cádiz y Huelva cuando se podía haber controlado mucho antes, cuando se detectaron los primeros casos.”, concreta el vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía.
Graves consecuencias de una especie que todavía no está catalogada como invasora, por lo que limita mucho a administraciones y apicultores la adopción de medidas, “y ese debe ser el primer paso para su erradicación”, que, a juicio de la secretaria general de UPA Sevilla, Verónica Romero, se tienen que solventar a través de la localización y destrucción de nidos del avispón oriental, su monitorización y estudios científicos sobre sus hábitos.
“Es cierto que muchos apicultores, por su cuenta, están usando un producto químico para atacar los nidos, pero la eficacia es muy reducida. También nos han aconsejado que reduzcamos la entrada a la colmena, porque al ser el avispón mucho más grande que la abeja así no podría entrar. Pero nos encontramos con el problema añadido de que muchas colmenas tienen fisuras debido a las inclemencias meteorológicas o al transporte, y por ellas se cuela el avispón, lo que causa una mortandad tremenda. Por eso necesitamos medidas urgentes y más eficaces”, señala Verónica Romero.
El daño, además, es doble, porque el avispón oriental no sólo se come a las abejas, sino que también se lleva la miel de la colmena, lo que redunda en un perjuicio mayor por bajada de producción. Y, encima, no sólo afecta a la apicultura, sino también a otros cultivos que necesitan de la polinización para salir adelante y se alimentan de ciertos tipos de fruta y viñedos. De ahí que desde UPA Andalucía consideremos que su presencia en nuestras explotaciones y montes es “un desastre agrícola, pero también ecológico”. De ahí que planteemos que el control de la Vespa orientalis requiere “una estrategia integral que incluya el trampeo, la reducción de las piqueras, una alimentación adecuada de las colmenas, y la destrucción temprana de nidos. Con estos métodos, los apicultores pueden reducir la presión de esta especie invasora y proteger sus colmenas de los daños. El éxito en la lucha contra el avispón depende de una vigilancia constante, la colaboración entre apicultores y autoridades, y la implementación rápida de medidas de control”, concluye el vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía.