La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha cargado duramente contra los partidos que conforman el Consell porque las enmiendas que acaban de presentar al Proyecto de ley sobre Protección, Bienestar y Tenencia de Animales de Compañía y otras medidas de Protección Animal, al considerar que el Botànic “rompe el consenso que los grupos políticos habían alcanzando con las entidades implicadas y caen en el absurdo de equiparar los perros de trabajo del medio rural con mascotas”.

AVA-ASAJA se suma así a la indignación manifestada por la Federació de Caza de la Comunidad Valenciana, puesto que el último giro dado por el Botànic “supondría en la práctica la prohibición del uso de los perros pastores, mastines de protección del ganado y perros de caza, a través de la imposición de nuevas trabas burocráticas y sanciones económicamente inasumibles que, en última instancia, no permitirían seguir ejerciendo la función social de estos animales”.

La organización agraria ya había expresado su rechazo a la ley estatal, ante la cual se encuentra vigilante porque, a causa de la presión del mundo rural, el PSOE ha presentado una moción dirigida precisamente a excluir determinados animales de trabajo de los estrictos requisitos que se aplican a los animales de compañía.

Por el contrario, AVA-ASAJA critica que “el gobierno valenciano, en lugar de seguir la misma senda de sentido común y consenso, ha decidido traicionar su palabra e ir más allá de las prohibiciones nacionales. Actúan como iluminados en problemáticas que desconocen profundamente y que conllevan el abandono rural”.

Y es que la asociación presidida por Cristóbal Aguado concluye que “si lo que nuestra clase política está persiguiendo es que abandonemos los campos y cerremos las granjas puede sentirse muy satisfecha, porque está consiguiendo su objetivo. Gracias a sus políticas, cada vez es más complicado vivir dignamente de nuestra actividad y, por tanto, cada vez tendremos más despoblamiento, más incendios y más desierto”.

 REIVINDICACIONES

AVA-ASAJA solicita un trato diferenciado para los animales de trabajo en el medio rural: “Son los animales que más se cuidan porque son necesarios para el adecuado desempeño de la actividad agropecuaria y con ello se ganan el aprecio del productor”.

Asimismo, la asociación se opone a obligaciones previstas en la Ley del Botànic como un nuevo registro de animales de compañía (en todo caso podría debatirse la inscripción en el Registro general de explotaciones ganaderas (REGA) al igual que ya se realiza con el ganado), la castración (el sector teme que los perros castrados tengan una menor aptitud a la hora de prevenir ataques de depredadores a las reses), la geolocalización (supondría más costes sin ninguna justificación dirigida a evitar la reproducción) o el registro para los criadores (si hubiera intercambio económico sería una medida comprensible, pero los ganaderos tratan de emparejar perros suyos o de otros ganaderos buscando una mejora de la herencia genética).

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