La llegada del mes de septiembre marca el inicio del verdeo de la aceituna de mesa, que este año presenta luces y sombras. La pertinaz sequía que padece el olivar, más el déficit de agua en los pozos, auguran una cosecha media-corta, especialmente en el secano, que se encuentra agostado en gran parte de la superficie. Esto provoca que ya plantee que puede ser interesante para el productor desviar la aceituna de doble aptitud hacia el molino. En zonas puntuales, los olivos con menor producción están en mejores condiciones de recolección para verdeo.

Asimismo, COAG Andalucía denuncia que siguen sin conseguirse los contratos-tipo que reflejen los costes de producción y establezcan el precio de compra, que sí se utilizan normalmente en otros países. «Esto hace que la Ley de la Cadena Alimentaria se convierta en papel mojado, igual que ha ocurrido en sectores como la uva», lamenta en una nota de prensa.

Esta organización agraria ha planteado este asunto en la Interprofesional Interaceituna, y se encuentra con que «la industria mira hacia otro lado o pone trabas, igual que hace con las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) de Manzanilla y Gordal de Sevilla, para así poder seguir especulando con aceituna similar importada mayoritariamente de Egipto».

Desde COAG se defiende que “es un buen año para avanzar hacia la autorregulación del sector»

Por otra parte, en estos momentos hay un buen precio en el aceite y previsiones de cosecha menores a las del año pasado, según sus aforos, por lo que puede ser interesante para el productor desviar la aceituna de doble aptitud hacia el molino.

Como señala el responsable de aceituna de mesa de COAG Andalucía, Antonio Rodríguez, “es un buen año para avanzar hacia la autorregulación del sector. Nuestra organización agraria lo ha solicitado a Interaceituna y la ley de Interprofesionales lo permite, aplicando criterios de calidad, pues los stocks actuales entamados son de pequeño calibre en todas las variedades, por eso los precios en origen de los mejores tamaños están subiendo”.

Mientras tanto, la demanda de dos empresas norteamericanas contra las industrias españolas que exportan aceituna negra a ese país sigue hacia adelante. “Esto nos da más argumentos para defender que la aceituna de España debe verse fortalecida con figuras de calidad para cada una de las variedades y zonas geográficas, es decir, con más DOP e IGP”, explica Rodríguez.

El sector de la aceituna de mesa aporta más de 1.300 millones de euros a la producción final agraria y se concentra principalmente en la provincia de Sevilla, donde cuenta con 85.000 hectáreas, lo que supone el 70% del total nacional. Asimismo, las ventas de la aceituna de mesa, con Sevilla como principal productora, registraron un leve descenso en el 2016 respecto al 2015, si bien subió su valor, ha informado en un comunicado la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa).

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