Colectivos remolacheros alaveses han pedido a AB Azucarera Iberia un aumento del precio de la remolacha para las dos próximas campañas ya que la oferta de 26 euros por tonelada, con un complemento en función del precio del azúcar en Europa, les haría producir con pérdidas.

Los colectivos ARAG-Asaja, UAGA-Álava, AIRA-Confederación de Remolacha, UCAG y Cooperativa El Cierzo, han presentado este martes 24 una contrapropuesta que consiste en 30 euros por tonelada en el caso de que el compromiso con el agricultor sea de un año y de 31 euros para dos campañas, más un complemento que se pagaría si el precio del azúcar en Europa supera los 400 euros por toneladas.

Para obtener rentabilidad piden 30 euros por tonelada para un año, 31 euros si el compromiso asciende a dos campañas

Para estas centrales, que representan casi la totalidad de la remolacha entregada en la planta de Miranda de Ebro (Burgos), la industria está trasladando la falta de rentabilidad actual de su actividad al eslabón más débil, que es el agricultor, pidiéndole que produzca a pérdidas, mientras que «no se acordó de hacer un reparto de beneficios durante todos los años en los que el precio del azúcar estuvo alto», han denunciado en un comunicado.

Han recordado que sus costes medios de producción (labores, abono, semilla, herbicidas, mano de obra, arranque, carga…) superan los 3.000 euros por hectárea de remolacha y que la media de producción ronda las 94,50 toneladas de remolacha tipo por hectárea, lo que multiplicado por los 26 euros fijados como precio base, resulta un déficit superior a los 543 euros que el agricultor debe suplir con las distintas ayudas que percibe de las administraciones públicas.

Para obtener rentabilidad los remolacheros alaveses piden 30 euros por tonelada para un año, 31 euros si el compromiso asciende a dos campañas, más un complemento por azúcar cuando en la UE supere los 400 euros por tonelada y que permitiría alcanzar un precio de 32 euros por tonelada de remolacha para un precio de 426,66 euros por tonelada de azúcar.

Con este modelo, el agricultor tiene garantizado un «beneficio mínimo» y la industria también obtendría ganancias, ya que se le proporcionaría un modelo de estabilidad, asegurándole la materia prima a un «precio razonable», explican los remolacheros, que solicitan a Azucarera que responda a esta contraoferta «a más tardar el próximo día 30 de septiembre» dado que tienen que programar las próximas siembras.

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