La variedad de arroz más precoz de los parques naturales de La Albufera y del Marjal Pego-Oliva, el bomba, emblemático de la gastronomía valenciana por su óptima absorción del sabor, ha empezado la siega con pésimas perspectivas. Según advierte la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), el hongo de la pyricularia (Pyricularia grisea) ocasionará un importante desplome de la cosecha del arroz bomba, hasta el punto de reducir a la mitad la producción del arroz bomba respecto al potencial de una campaña normal.
AVA-ASAJA atribuye la expansión descontrolada de la pyricularia a la falta de soluciones fitosanitarias y biológicas que dispone el sector para hacer frente a esta enfermedad fúngica. Los pocos productos que quedan autorizados para la lucha de la pyricularia son menos eficaces y, al no poder alternarse con un mayor abanico de materias complementarias, su uso excesivamente continuado año tras año está generando resistencias, como ocurre en el caso de las estrobirulinas. A pesar de que los arroceros han aumentado el número de tratamientos, no han podido frenar los ataques de pyricularia y habrá campos que ni siquiera se van a segar.
La organización agraria informa de que este problema fitosanitario, agravado por las condiciones climáticas que resultan propicias para el crecimiento del hongo, no se da únicamente en los arrozales valencianos. Así, asociados que han visitado parcelas del Delta del Ebro aseguran que muchos arroceros catalanes decidieron adelantar la siega de este año para tratar de recoger el máximo arroz posible antes de que la pyricularia acabara de secar las plantas.
AVA-ASAJA reivindica no solo la investigación y disponibilidad de alternativas eficaces contra las plagas y enfermedades, sino también pide al Ministerio de Agricultura y ENESA que estudien una mejora significativa en la línea del seguro del arroz de manera que se amplíen las coberturas para indemnizar las pérdidas de producción derivadas de la pyricularia y otros riesgos similares.
Solicita la asociación que el coste sea asumido totalmente por el Gobierno ya que la falta de soluciones y la generación de resistencias es consecuencia directa de decisiones políticas que dejan desprotegidos a los agricultores, que ahora ven cómo están a punto de reducir a la mitad la producción del arroz bomba.
MALAS HIERBAS
La asociación presidida por Cristóbal Aguado también culpa a la legislación fitosanitaria europea de dejar sin soluciones a los arroceros para combatir las malas hierbas, las cuales merman la producción y disparan los costes de producción en mano de obra.
El arranque manual de malas hierbas se suma a la histórica escalada de costes en otros aspectos como los carburantes, los abonos o la energía necesaria para la gestión del agua.
En ese sentido, la asociación advierte de que, o los precios en origen suben y permiten compensar la subida de los costes de producción, o la rentabilidad del arroz quedará seriamente amenazada, con las consecuencias medioambientales que la desaparición de este cultivo comportaría para la preservación del parque natural de La Albufera.