Diversos agentes de la cadena agroalimentaria española, principalmente procedentes del sector ganadero, han pedido analizar el sistema de producción europeo, conocido por sus elevados estándares, porque en la situación geopolítica y comercial mundial actual les resta competitividad, especialmente ante el acuerdo UE-Mercosur, asegurando que «el problema no es el pacto en sí sino que el sistema producción europeo resta competitividad».

Es uno de los mensajes que han lanzado este martes los participantes de la jornada «Los condicionantes del comercio agroalimentario español en los mercados nacional e internacionales», unas ponencias organizadas por la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos, la Fundación Foro Agrario y el Instituto de la Ingeniería de España.

El director de la interprofesional de la carne de vacuno (Provacuno), Javier López, ha hecho mención a los últimos pasos que afronta ya el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y los países del Mercosur.

Bajo su punto de vista, «el problema» no es el pacto en sí «sino la diferencia de competitividad» entre los modelos de producción de ambos bloques.

De hecho, cree que los estándares exigidos a los productores comunitarios «hacen que esa competitividad sea prácticamente imposible».

«El problema no es Mercosur; somos nosotros porque hemos creado un sistema de producción no competitivo y esto provoca dificultades», ha incidido López.

Para el director de la interprofesional del cerdo de capa blanca (Interporc), Alberto Herranz, el modelo europeo de producción ha pasado de verse como «una ventaja» a ser «un coste adicional».

Ese modelo hace que, por ejemplo, «compitamos con Brasil o Canadá, que tienen menores costes de producción y sus gobiernos les ponen «muchas más facilidades» para operar.

Desde la UE «tenemos que ser conscientes de que el mundo está cambiando, las reglas del juego también y tenemos que cambiar ya o adaptarnos a ello».

Herranz ha reconocido que en el contexto geopolítico actual «no es fácil exportar» con diversos asuntos como las investigaciones y aranceles chinos al cerdo europeo, el acuerdo con Mercosur o la política arancelaria estadounidense.

EL DISTINTO IMPACTO DE LOS ARANCELES DE TRUMP EN LOS PRINCIPALES PRODUCCIONES ESPAÑOLAS

El presidente de la interprofesional láctea ( InLac), Javier Roza, se ha centrado, por su parte, en la fuerte dependencia que tiene el mercado español de leche extranjera y ha hecho una radiografía de los intercambios comerciales de lácteos entre España y el resto del mundo.

En ese sentido, ha informado de que la mayor parte de los lácteos que se fabrican en España van para países comunitarios, lo cual hace que los aranceles estadounidenses les afecten «menos».

En todo caso, reconoce que el queso, especialmente los de figuras de calidad como los manchegos, sí tienen una mayor entrada en Estados Unidos aunque no cree que los consumidores norteamericanos dejen de comprarlo a pesar de su esperable subida de precios tras la aplicación de los nuevos aranceles.

Por el sector de la industria de fabricación de pienso para animales ha participado el director general de la patronal Cesfac, Jorge de Saja, quien ha remarcado que es un sector «netamente importador» de materias primas por lo que, «por definición, es un sector muy beneficiado por un mercado de libre comercio ordenado».

Es una industria que «necesita del comercio internacional para producir y alimentar al ganado». A pesar de la situación geopolítica y gecomercial actual, ha valorado que su sector ha demostrado tener «una sorprendente capacidad de resiliencia en crisis muy grandes buscando una solución alternativa» para seguir fabricando.

El sector agrícola ha estado representado por la directora gerente de la Interprofesional del aceite de oliva, Teresa Pérez, quien, al contrario que pasa con la fabricación de piensos, reconoce que es «muy dependiente de las exportaciones» y con Estados Unidos como su segundo mejor cliente y el primero fuera de la UE.

Aunque aún es «pronto» para conocer los efectos de los nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, ha reconocido el impacto que tuvieron en años anteriores otras tasas «abusivas» como las que le impusieron, del 25 %, en 2019 a cuenta del conflicto Boeing-Airbus entre la UE y EE.UU.

«Estamos llamados a exportar aceite de oliva en todo el mundo. Todas las circunstancias geopolíticas y económicas afectan y hay que estar muy pendientes para intentar anticiparse o para reaccionar, en todo caso, lo antes posible».

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