La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha expresado su total rechazo a la decisión reciente de China de imponer aranceles antidumping provisionales de entre el 15,6% y el 62,4% sobre las importaciones de carne de cerdo de la Unión Europea, en vigor a partir del 10 de septiembre y acusa a la UE de «sacrificar el sector porcino por los aranceles a los coches eléctricos chinos».

Este nuevo ataque se enmarca en un contexto de tensiones comerciales derivadas de decisiones adoptadas en otros ámbitos económicos. Como respuesta, China ha abierto investigaciones contra productos europeos como el brandy, los lácteos y el porcino.

ASAJA denuncia que, una vez más, nuestros agricultores y ganaderos son usados como moneda de cambio en disputas que nada tienen que ver con su actividad productiva. Un conflicto ajeno al sector se ha convertido en una carga que recae injustamente sobre quienes producen nuestros alimentos.

Esta escalada, en un contexto donde los productores ya enfrentan inflación en los costes, caída de precios, reducción de exportaciones, con una caída del 66% entre 2020 y 2024, y creciente competencia internacional, supone un duro golpe a la viabilidad del modelo agroalimentario europeo.

ASAJA exige «una respuesta urgente y contundente por parte de las instituciones comunitarias y del Gobierno español. El sector agropecuario no puede seguir siendo víctima de represalias externas. Es inaceptable que nuestras exportaciones sufran sanciones por causas que nada tienen que ver con su calidad, sostenibilidad o competitividad».

Por su parte, y dentro de la organización agraria, Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA ha criticado que una vez más las decisiones de la Unión Europea van a provocar la «asfixia al sector agrícola europeo y valenciano porque hay mucha carne de porcino que se exporta a China», a la vez que lamenta que va a «sacrificar el sector porcino por los aranceles a los coches eléctricos chinos».

A ello se suma que acuerdos como el de Mercosur provocarán que «nuestras producciones agrarias se vean duramente golpeadas, con un mercado mucho más inestable en el futuro. Todo ello sin tomar ninguna medida para apoyar a los agricultores europeos ante el dumping social y económico, la falta de reciprocidad y falta de garantías que se merecen los agricultores y ganaderos europeos.» subrayó Aguado.

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