Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha denunciado que «si se comparan los datos de animales atacados con el total de animales en extensivo, puede parecer que los ataques del lobo tienen poco calado, sin embargo, esta es la trampa de algunas de las administraciones y organizaciones ambientalistas, el lobo no está en todo el territorio, por lo que los daños no deben compararse para todo el territorio. Así, denunciamos que es fácil encontrar comarcas agrarias donde sólo con los daños oficialmente reconocidos afectan hasta el 7% de la cabaña ganadera en extensivo total en un solo año; no hay ganadería viable con ese diezmo constante.
Por eso, ha acogido de forma positiva la propuesta de la Comisión Europea de recopilar datos para la revisión del estado de conservación del lobo, de cara a decidir sobre una propuesta para modificar, en su caso, el estatus de protección de esta especie en la Unión Europea, hecho que contrasta con lo que sucede a nivel estatal, donde se han incluido todas las poblaciones del lobo en el LESPRE.
Unión de Uniones ha presentado a la Comisión una radiografía completa de la situación del lobo en España, su presencia y evolución en los distintos territorios así como las deficiencias en la gestión y los daños que genera en la ganadería.
Tal y como recogen los datos que ha presentado la organización, proporcionados por las Comunidades Autónomas, los censos regionales, si bien no se puede hablar de datos concretos a nivel estatal por no seguir la misma metodología, muestran tendencias positivas en la evolución de la especie, tanto en el número de manadas, como en el territorio que ocupan, destacando la presencia cada vez más frecuente de la especie en territorios como Extremadura, Aragón, País Vasco y Cataluña.
Unión de Uniones explica que a la par que se ha incrementado la población de lobos, también lo hacen los daños a la ganadería. En este sentido, recalca que, pese a las fluctuaciones anuales que pueden derivar de la disponibilidad de presas silvestres y el efecto de la infradenuncia por parte de los ganaderos por diversas causas, (plazos, burocracia, animales no encontrados en plazo, no denuncia por los bajos niveles de indemnización, peritaje erróneo…), la tendencia también es creciente en términos de daños al ganado, habiendo alcanzado en los años, donde se dispone de datos para todas las CCAA, las 5.500-5.300 UGMs oficialmente reconocidas como ataques por lobo al ganado.
HAY COMARCAS DONDE LOS DAÑOS PROVOCADOS POR EL LOBO LLEGAN AL 7% DE LA CABAÑA GANADERA EN EXTENSIVO UN SOLO AÑO
«Si se comparan los datos de animales atacados con el total de animales en extensivo, puede parecer que los ataques tienen poco calado, sin embargo, esta es la trampa de algunas de las administraciones y organizaciones ambientalistas, el lobo no está en todo el territorio, por lo que los daños no deben compararse para todo el territorio. Así, denunciamos que es fácil encontrar comarcas agrarias donde sólo con los daños oficialmente reconocidos afectan hasta el 7% de la cabaña ganadera en extensivo total en un solo año; no hay ganadería viable con ese diezmo constante» denuncian desde Unión de Uniones.
Además de esta información, la organización ha listado a la Comisión las numerosas deficiencias que se dan en la gestión de la especie por parte de las administraciones: decisiones de aumentar su protección sin datos sólidos, falta de transparencia en los datos, deficiencias en el sistema de compensación, presupuestos insuficientes…
Ante estas deficiencias, Unión de Uniones ha hecho llegar sus propuestas, en las que reclama un presupuesto suficiente, fuera de la PAC, que financie al 100% las medidas preventivas y cubra el 100% de las pérdidas, incluido el lucro cesante, como permite y recomienda la Comisión Europea, mayor transparencia, diálogo claro y constante con el sector, entre otras medidas.
La organización critica al Gobierno estatal de no partir de un censo actual de la especie, siendo el último el de 2012-2013 y en base a su «importancia como patrimonio cultural, científico, así como por los servicios ambientales que produce la presencia de este carnívoro en los ecosistemas» así como en base al «estado de conservación desfavorable» del lobo en las regiones biogeográficas atlántica y española, según recogería el informe sexenal 2013-2018 sobre el estado de conservación de la especie sobre el que, sin embargo, las Comunidades Autónomas que albergan la mayor parte de la población del lobo en España (Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia), pusieron en conocimiento de la Comisión de los fallos metodológicos que habrían provocado que este estatus no fuera correcto.
«El sector ganadero no va a ser el único que asuma el coste de la decisión que se ha tomado de aumentar la presencia de lobos» señalan desde Unión de Uniones. «Esto debe ser una responsabilidad compartida con la administración por lo menos», concluyen.