Como está sucediendo en otras provincias andaluzas, el clima no acompaña, sin precipitaciones y con temperaturas más elevadas de lo normal, la campaña de riego que se inicia a mediados de mayo, la más desfavorable en los dos últimos años con una dotación máxima prevista de solo 700 m3/ha  (un 88% menos de la dotación concesional) llegará, además, tarde para algunos cultivos de la Vega como los hortícolas de invierno, alfalfa, trigo o el girasol y otros cultivos con la floración adelantada como el olivar y almendro. Los regantes están al límite y necesitan el agua ahora porque de lo contrario perderán sus cosechas y será la ruina de sus explotaciones, por este motivo, desde ASAJA Granada reclaman a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) la utilización de aguas depuradas como solución inmediata lo que asegura, además, la conservación de los recursos hídricos y la producción de alimentos de manera sostenible.

La Vega de Granada, con cerca de 40.000 hectáreas cultivadas, está agonizando. Los regantes son conscientes de la situación crítica de los embalses de Granada al 32,99% de su capacidad tras dos años de sequía extraordinaria, peor aún en el sistema Cubillas-Colomera en estado de emergencia, con las consiguientes restricciones al riego impuestas y no piden más agua, sino que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que ya cuenta con el informe favorable del Ministerio de Sanidad, no demore más la autorización para poder utilizar las aguas depuradas de la EDAR Los Vados, biofactoría optimizada para realizar los tratamientos adecuados para su reutilización con fines agrícolas.

Se enfrentan, además, a otros problemas como la falta de mano de obra para la recogida del espárrago, asimismo con mermas de producción por la sequía, y se juegan las ayudas de la PAC por la imposibilidad de cumplir algunas condiciones en el mantenimiento de los cultivos exigidas para el cobro.

El Grupo de Trabajo propuesto por la delegación provincial de Agricultura en Granada para abordar la sequía, al lado de las organizaciones profesionales agrarias y cooperativas, se constituirá después de Semana Santa con decisiones importantes que tomar de continuar la desesperada situación que se vive en el campo, «pero ya hay agricultores que no pueden aguantar y está en manos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) la solución más prometedora y salvadora para ellos», advierten desde la organización.

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