Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, denominadas como comunidades loberas, han pedido en Bruselas la eliminación de la protección estricta del lobo en España para recuperar el control de la gestión poblacional de las manadas al norte del río Duero.
En un acto sobre la gestión activa del lobo celebrada este miércoles 16 en el Parlamento Europeo, el consejero de Medioambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró que la estricta protección «no garantiza el mejor estado de conservación del lobo, sino que origina la extracción de lobos fuera de la legalidad».
En septiembre de 2021 el Gobierno de España cambió el estado de protección del lobo a partir de la premisa de que esta especie estaba en regresión en el conjunto del territorio.
Con ello, eliminó las competencias de estas comunidades autónomas (CCAA) en la gestión de esta especie, que aseguran que al norte del río Duero el lobo no está en regresión sino que las poblaciones aumentan y también los ataques a cabras, ovejas, vacas, caballos o perros domésticos.
Las comunidades loberas albergan al 95 % de los lobos en España, según informó Suárez-Quiñones a Efe, y defienden que el Gobierno se equivocó al cambiar el estatus de la gestión del lobo, incluyéndolo en la Lista de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre).
“EL GOBIERNO HA DESTROZADO UNA SITUACIÓN DE EQUILIBRIO QUE HABÍA EN LA CONVIVENCIA DEL LOBO CON LA GANADERÍA EXTENSIVA”
Además, Suárez-Quiñones manifestó que el Gobierno se había regido por criterios «ideológicos» y no técnicos de protección de la biodiversidad, y que la Comisión trabajaba con datos «erróneos» porque España envió un informe sexenal (2012-2018) que no era correcto.
El consejero denunció que el Ejecutivo español «ha destrozado una situación de equilibrio que había hasta ese momento en la convivencia del lobo con la ganadería extensiva, un equilibrio que habíamos mantenido las comunidades autónomas a través de una gestión responsable, sensata, técnica y administrativa, del lobo y del control de ejemplares».
Asimismo, en el acto organizado por el eurodiputado del Partido Popular Europeo (PPE), Juan Ignacio Zoido, Suárez Quiñones insistió en que antes había una «extracción ordenada» de los lobos, pero que ahora se imponen «medidas de autodefensa» que van a producir que «el lobo vaya en regresión».
«Somos los primeros defensores de la conservación del lobo, pero también de las personas, y pedimos que se restablezca ese equilibrio», reclamó el consejero de Castilla y León.
También han participado en el acto, aunque por videoconferencia, representantes de las comunidades loberas, como la consejera de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, Ángeles Vázquez Mejuto, el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del gobierno de Asturias, Alejandro Jesús Calvo Rodríguez, y el consejero de Desarrollo Rural, Pesca Alimentación y Medio Ambiente del gobierno de Cantabria, Guillermo Blanco.
Todos han insistido en que el cambio de estatus de protección del lobo no es una cuestión de colores políticos, pues sus respectivos gobiernos pertenecen a partidos diferentes, sino que es una cuestión territorial, y han instado a recuperar su gestión conforme a lo establecido en la directiva europea Hábitat.
«Las regiones tenemos los estudios científicos, tenemos los censos y sabemos gestionarlo», afirmó Vázquez Mejuto, que durante su intervención aseguró que lo que querían era «defender nuestro territorio, nuestros ganaderos y su estilo de vida».
Asimismo, recordaron que el cambio de protección del lobo ha generado en estas comuniades loberas el abandono de la ganadería extensiva, el incremento de la pobreza, un mayor peligro de los incendios forestales y, según informó Suárez-Quiñones, un aumento de un 17% de los daños en un año.
«Hemos sido sensatos y responsables en hacer una gestión impecable, que no se ha probado que no fuera la correcta, y se ha hecho por un Gobierno que, con ideología nada más, ha cambiado el paso de la gestión del lobo», agregó.
El castellanoleonés añadió que «el Partido Popular tiene preparada una propuesta de resolución, que supuestamente podría ir en el pleno que se celebrará en Estrasburgo (Francia) la semana que viene, donde viene a decir que hay una necesidad de reconocer en Europa que hay un problema (…) y que hay que buscar una solución».
Por otro lado, Guillermo Blanco resaltó que no solo buscan que sobrevivan «otras especies», sino que también quieren preservar el ganado extensivo. «A menor ganado extensivo, más combustible en nuestros montes y, por tanto, más incendios» señaló.
Además aseguró que estas comunidades loberas buscan «salvar la biodiversidad» con el control del lobo. «Nos tienen que dejar hacer nuestro control poblacional de la especie en nuestro territorio porque lo conocemos mejor que nadie», añadió.