Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante el acuerdo de libre comercio con Nueva Zelanda, considera que, de acuerdo con los datos existentes, el sector de ovino europeo será el gran perjudicado, pudiendo también poner en jaque la producción en España.
Unión de Uniones considera que este acuerdo de libre comercio, que se ha alcanzado tras varios años de negociaciones, está planteado mal desde el principio para determinadas producciones, como el ovino, e insta a las autoridades competentes a que hagan un correcto seguimiento y pongan en marcha la cláusula de salvaguarda aprobada llegado el momento.
Según los datos estudiados por la organización agraria, el sector ovino presenta actualmente un contingente arancelario de 114.184 toneladas anuales para exportar desde Nueva Zelanda a la UE sin aranceles. El resto de producto importado fuera de esta cuota tendría un arancel del 12,8% + 90,2-311,8 €/100kg/neto (Según el Reglamento De Ejecución (UE) 2020/1988 y la New Zealand Meat Board).
Tras el acuerdo, donde se negocian 38.000 toneladas para ser importadas libres de impuestos, se podría importar desde Nueva Zelanda hasta la UE 152.184 toneladas de carne de ovino y caprino sin ningún tipo de arancel.
Unión de Uniones explica que, si bien el contingente actual de Nueva Zelanda supone el 22% de la producción europea de ovino, el negociado supondrá casi el 30% de su producción, lo cual deja en una posición de competencia desleal a los productores europeos, con un balance negativo de -447,65 M€ y 52.241 toneladas en 2020.
Con lo que respecta a España, esta cifra ha llegado a suponer hasta -25,87M€ y 5.218 toneladas en 2011, aunque sigue siendo una cantidad lo suficientemente importante como para no ignorarla y que sea necesario estar alerta para que no siga creciendo con los movimientos intracomunitarios, sobre todo en épocas de mayor demanda por festividades, lo que reduciría los precios.
En este sentido, la amenaza es real ya que, teniendo en cuenta los once últimos años, Nueva Zelanda ha superado en 8 ocasiones el contingente arancelario bajo el cual puede importar con arancel 0.
Por lo que respecta al precio, Nueva Zelanda es el país más económico en su producción teniendo unos precios en origen de entorno a los 5,5 €/kg a mediados de 2022, lo que difiere de la producción en España que es de casi 7€/kg (y apenas o no consiguiendo cubrir costes) o de 7,5 €/kg de media en la UE según la Comisión Europea y el MAPA.
«Creemos que este acuerdo, con lo que respecta a la carne de cordero, está negociado mal desde el principio y abre la puerta a inundar el mercado con productos con ventajas competitivas respecto al europeo», critican desde Unión de Uniones. «Está muy bien pensar en global, pero en este tipo de negociaciones creemos que hay que ir al detalle porque está en juego no sólo un importante sector alimentario sino todas las familias que viven de ello», añaden.
De hecho, también indican que si bien el sector ovino es el más perjudicado y habría sido la principal pieza de cambio en este acuerdo comercial, también se han acordado aumentos en los volúmenes de productos que podrían importarse bajo arancel cero o reducido en sectores en una grave situación actualmente, como es el caso de la carne de vacuno de calidad (+10.000 toneladas), el queso (25.000 toneladas), leche en polvo, mantequilla, maíz dulce, etanol…
LAS REGLAS DEL JUEGO SIGUEN SIENDO DISTINTAS
Asimismo, la organización se muestra muy crítica y tacha de incongruentes las políticas medioambientales que se tienen que cumplir en la Unión Europea a la hora de producir para que luego se cierren acuerdos de libre comercio con, literalmente, la otra punta del mundo. «La única forma de que tuvieran más huella de carbono estas importaciones es que vinieran desde la Luna», insisten desde Unión de Uniones.
Igualmente, Unión de Uniones señala que, de nuevo, las reglas del juego siguen siendo distintas y que la Unión Europea maquilla las condiciones para llevar a confusión, haciendo cumplir a Nueva Zelanda con las obligaciones de otros Terceros Países, pero no las mismas que a los europeos.
Otros sectores que se van a ver perjudicados por el acuerdo es el de los kiwis, las manzanas, vino (sólo en la UE), lana y mantequilla, destacando la primera. Por su parte, el sector porcino, el aceite de oliva, azúcares, conservas y preparados alimenticios se beneficiarían ligeramente, si bien no en la misma proporción que se ve perjudicado el sector de ovino de carne.