UPA-UCE ha reclamado una subida de los precios para el arroz extremeño debido a que el aumento de los costes dejar al conjunto del sector productor “contra las cuerdas”.

Ante la bajada de producción a nivel nacional de casi un 11%, UPA-UCE destaca la buena calidad del arroz que se produce en Extremadura, aunque lamenta las “repetidas campañas de precios congelados” que suponen una amenaza para la continuidad de un cultivo fundamental para el regadío de la región, especialmente en las Vegas del Guadiana.

Desde esta organización agraria destacan que una de las singularidades de esta campaña, con una producción de 160.737 toneladas y un rendimiento medio de 7.520 toneladas por hectárea, ha sido la escasez de agua en la cuenca del Guadiana, lo que ha obligado al sector arrocero extremeño a hacer un uso si cabe más eficiente del agua para poder llegar al final de la campaña.

“La inmensa mayoría de los arroces están todavía en los almacenes de las cooperativas y no hay nada cerrado en cuanto a precios y mercados. Estamos a tiempo de que se suban los precios del arroz”, señalan desde UPA-UCE, que no quiere que se ponga contra las cuerdas a todo el sector.

Además de reivindicar un precio justo para los arroceros de la región, UPA-UCE Extremadura insiste en la necesidad de poner en marcha una reglamentación sobre el etiquetado en origen del arroz, tal y como establece la estrategia de la Granja a la Mesa, para acabar con el confusionismo interesado que impide que los consumidores puedan diferenciar el origen del arroz que compran. “La problemática del etiquetado perjudica a las producciones de los agricultores europeos, que se hacen bajo unos estándares de calidad, sostenibilidad y seguridad alimentaria que no vienen garantizados en las producciones de fuera de la Unión Europea”, apuntan.

Además, desde UPA-UCE reclaman una prórroga de la cláusula de salvaguarda del arroz, que se puso en marcha por la presión ejercida por esta organización agraria, ya que tras aplicarse para las importaciones de arroz largo procedentes de Camboya y Myanmar la situación se ha recuperado con un “efecto positivo” que se ha sentido también en los mercados. “No conseguir esta prórroga a partir de 2022 supondría una amenaza de ruina para los productores”, lamentan desde UPA-UCE Extremadura.

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