Los agricultores y ganaderos jóvenes perciben “muchos aplausos pero poco apoyo económico” de las administraciones y consideran que las últimas propuestas de la Comisión Europea (CE) para la recuperación poscoronavirus ignoran el problema del relevo generacional en el campo.
El presidente del Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores (CEJA), Jannes Maes, manifiesta, en una entrevista con Efeagro, su “gran decepción” por los planes de recuperación y presupuestarios de la CE, presentados esta semana, porque “infravaloran” el valor económico de la agricultura y las dificultades especiales que afrontan los productores menores de 40 años en la actual crisis.
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN RURAL por cada joven que entra en el sector cinco cumplen la edad de jubilarse
“Con nosotros pasa como con los (profesionales) sanitarios. Muchos aplausos para los que trabajan en los hospitales pero la UE y los Gobiernos no dan los pasos financieros para apoyarlos”, según Maes, responsable de una explotación ganadera en Flandes (Bélgica).
Asegura que la pandemia afecta de una forma específica a una generación de agricultores y ganaderos (menores de 40 años) que se incorporan a esta actividad, por problemas como el acceso al crédito o la falta de liquidez para pagar préstamos, además de las dificultades generales en el campo debido a la caída de precios y el parón de la hostelería.
Insiste en el envejecimiento de la población rural de la UE, donde solo un 5% de los agricultores y ganaderos tienen menos de 35 años y por cada joven que entra en el sector “cinco cumplen la edad de jubilarse”.
El campo ofrece oportunidades laborales, pero para ello es necesario un incremento de la ayuda presupuestaria de la CE y de los Gobiernos, «más ayuda y menos aplausos», insiste el representante de CEJA, que engloba a unos dos millones de productores de los 27 países comunitarios.
Asimismo, constata el incremento de agricultoras y ganaderas, pero admite que “la comunidad rural debería mirarse al espejo” y reflexionar si se está reconociendo el papel de la mujer, pues durante años se ha puesto en duda que ellas gestionen una explotación “mientras que a los chicos no se les cuestionaba esa vocación”.
CRÍTICAS A LA CE: “Ponen cifras pero no marcan el camino para conseguir esa agricultura más sostenible y ni siquiera nombran el relevo generacional”
Maes recalca sus críticas a la última propuesta de Bruselas para el presupuesto de 2021-2027, que recorta en torno al 9% los fondos agrícolas respecto al período actual, si bien la disminución se suaviza respecto a la bajada que la UE negociaba antes de la pandemia.
Por otra parte, menciona la estrategia “De la Granja a la Mesa” de Bruselas, que incrementa las exigencias ambientales con el fin de potenciar una agroalimentación más sostenible -mediante una reducción de los pesticidas, de los fertilizantes o de los antibióticos-: “Ponen cifras pero no marcan el camino para conseguir esa agricultura más sostenible y ni siquiera nombran el relevo generacional”.
Para Maes, la CE no está abordando problemas como la dificultad de los jóvenes para acceder a la tierra.
A su juicio, el aprecio de la sociedad a la labor de los agricultores debe traducirse en un presupuesto digno para conseguir su recuperación.
Recuerda que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) en curso incide en el apoyo a los jóvenes pero dependerá de lo que después apliquen los Gobiernos en sus planes nacionales.
Defiende un modelo agrícola poscoronavirus centrado en la “inversión” en las explotaciones y en el fomento de una producción resistente al cambio climático.
Rechaza visiones “ideológicas” o divisiones de buenos y malos entre “lo local y lo internacional”, “granjas extensivas o intensivas” y “producción ecológica o convencional”, y en su lugar aboga por menos aplausos y más incentivar al agricultor para que se adapte al “reto” de responder a las demandas de los consumidores y del mercado.
(Texto: Mercedes Salas / Efeagro)