A lo largo de estos días, las diferentes administraciones, tanto nacionales como europeas, han puesto en marcha numerosas medidas urgentes en el ámbito social y económico para hacer frente al COVID-19, pero desgraciadamente el sector agrario, fuertemente golpeado, se queda sin ellas, por lo que reclama más ayudas concretas a los sectores afectados, en especial la ganadería, y menos gestos que no aportan nada.
Esta semana se ha conocido las medidas anunciadas por la Comisión Europea para apoyar al sector agroalimentario. Las medidas para hacer frente al COVID-19 las podemos resumir en la ampliación del plazo para las solicitudes de pago de la PAC hasta el 15 de junio; mayores anticipos de los pagos (pasa del 50% al 70% en el primer pilar, y del 75% al 85% en el segundo) y reducción de los controles sobre el terreno y del margen de maniobra para los plazos.
La Unión de Campesinos de Castilla y León destca que «nos hacemos constantemente esta pregunta ¿Cuáles son las medidas especiales que se han puesto en marcha para hacer frente a las consecuencias del cierre de los canales Horeca? La respuesta es clara, ninguna».
UCCL quiere trasmitir que las medidas para hacer frente al COVID-19 anunciadas por la Comisión vienen a ser prácticamente las mismas medidas que se tuvieron que aplicar, por ejemplo en el año 2017 a consecuencia de la extrema sequía vivida.
El anticipo de las ayudas directas del primer pilar de la PAC pasando del 50 al 70%, se trata de una medida que cuando la recibamos en octubre nos permitirá tener una mayor liquidez, pero no soluciona el “problemón” que se están encontrando las explotaciones de porcino, ovino y caprino ante la falta de mercado. En sus explotaciones no tienen sitio para mantener los nacimientos, que en su gran mayoría se destinaban al Canal Horeca.
La promoción de consumo de cochinillos, lechazos y cabritos les parece bien, «pero desgraciadamente es una medida insuficiente, y los datos lo demuestran. Según datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la semana 12 de este año se han registrado alzas en el consumo de carne fresca en relación con el mismo periodo de 2019, con crecimientos superiores al 20% en carne de pollo y cerdo. Sin embargo, se ha producido una caída significativa en el consumo de carne de ovino del 25%. El consumo de cochinillos y cabritos ni siquiera aparece, probablemente al considerarse insignificante».
UCCL considera fundamental que la Comisión Europea permita la articulación de las ayudas al almacenamiento privado de lechazos, cochinillos y cabritos, siempre vinculadas al coste de producción, para garantizar que estos subsectores se vean abocados al cierre de sus explotaciones.