España y Francia defenderán en la próxima reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) -que se celebrará los próximos 16 y 17 de diciembre- que se compense con ayudas directas a los agricultores e industrias afectados por la subida de aranceles de Estados Unidos.
Así lo han anunciado este miércoles en Madrid los ministros de Agricultura de España y Francia, Luis Planas y Didier Guillaume, respectivamente, tras la reunión bilateral que han mantenido con posterioridad a la presentación de una jornada sobre la Iniciativa 4×1000 sobre suelos agrícolas y cambio climático.
Ambos ministros han avanzado, además, que la próxima semana darán a conocer un documento conjunto para que la próxima propuesta sobre los fondos plurianuales comunitarios preserven las partidas presupuestarias tanto para el primer como el segundo pilar de la futura Política agrícola común (PAC).
Planas ha confirmado que ya se ha inscrito en el orden del día del Consejo la demanda de ambos países de «medidas adicionales de compensación, con ayudas directas» para los agricultores e industrias afectados de la última subida impositiva de EE.UU. a productos alimentarios europeos, entre ellos del aceite español o el vino francés.
Tras tachar la subida de aranceles de «injusta», ha defendido la necesidad de que los nuevos integrantes de la Comisión Europea (CE) tengan «firmeza en la defensa de los intereses» de los sectores europeos damnificados y en las «medidas de promoción».
Sobre las «acciones de remedio» ya aprobadas -como las cuatro licitaciones para el almacenamiento privado de aceite de oliva-, ha reconocido que tanto el Gobierno como el sector oleícola español han considerado «insatisfactorios» tanto su «cuantía como su nivel de precios» en la primera de ellas.
«Esta medida debe de servir para estabilizar y subir precios», ha añadido Planas, quien ha admitido que la primera licitación «no ha funcionado» para conseguir ese objetivo.
El ministro galo espera «que la UE tome conciencia de la situación del sector oleícola español y del vino francés»
A pesar de ello, ha mostrado su deseo de que este mecanismo -«que no es el único» y cuya «segunda licitación comienza mañana»- tenga finalmente «resultados» positivos para que «el sector tenga futuro».
Didier Guillaume, por su parte, ha insistido en que es importante «que la UE tome conciencia de la situación del sector oleícola español y del vino francés», tras las medidas arancelarias de la Administración de Donald Trump, ya que sus agricultores e industrias «son víctimas de los efectos» de un conflicto que no han generado, el del caso Boeing.
«Para el sector del vino francés el golpe ha sido de 300 millones de euros», ha detallado, tras precisar que «para una botella con un precio de entre seis y ocho euros la subida impositiva del 20 % por EE.UU.» se traduce en la «pérdida de los márgenes del productor».
Sobre la Iniciativa 4×1000 puesta en marcha en la COP21 de 2015 a propuesta de Francia y apoyada desde su inicio en España, tanto Planas como Didier han defendido que ahora es el momento de poner en marcha proyectos de investigación en torno a la mejora de la salud de las tierras agrícolas y buscar financiación para acometerlos.