Las campañas de erradicación de la tuberculosis bovina continúa siendo uno de los hándicap con los que deben enfrentarse a diario los ganaderos de España y por ende los de Castilla y León, donde se a demostrado que el 64% de los animales sacrificados son falsos positivos.
En el año 2017, último año que se conocen datos, en Castilla y León se sacrificaron un total de 2.834 animales, de los cuales, tan solo 1.022 obtuvieron resultados positivos a la tuberculosis bovina, es decir, el 64% de los animales sacrificados no pudo demostrarse que padecían la tuberculosis bovina, y por tanto, fueron falsos positivos a la prueba de la tuberculina en piel.
Unión de Campesinos de Castilla y León-UCCL ante estos datos, que demuestran que las técnicas empleadas durante los Programas de Erradicación de Tuberculosis bovina no son del todo adecuadas, por lo que exige la unificación de las Campañas de Saneamiento ganadero en todas las comunidades autónomas y propone «la modificación de las campañas de saneamiento ganadero, donde el ganadero no se convierta en el pagano de la administración».
se exige la incorporación a los programas sanitarios de un protocolo que incluya una prueba de contraste o contraanálisis
Para ello, pedimos la flexibilización de movimientos para explotaciones con animales “reaccionantes” a la tuberculina, que permita movimientos de terneros de explotaciones positivas a cebaderos cuyo único destino sea el matadero, así como movimientos dentro de la misma explotación ganadera, que evite dañar la viabilidad económica de las explotaciones.
Por otro lado, se exige la incorporación a los programas sanitarios de un protocolo que incluya una prueba de contraste o contraanálisis a petición de parte que ayude a reforzar las garantías para el ganadero. Además se exige la eliminación de la obligatoriedad de la prueba de detección de gamma-interferón al no ser una prueba obligatoria a nivel comunitario.
Igualmente se considera necesario actualizar nuevamente y de una manera más eficaz los baremos de indemnización de las explotaciones ganaderas, para que ninguno de los animales sacrificados en las campañas de saneamiento, bien de cebadero, o bien de extensivo, se queden sin indemnización.
Y para finalizar, se exige un mayor control sobre los reservorios de fauna silvestre, al quedar demostrado que es una de las causas principales de infección, de no ser así, se seguirán matando vacas sin controlar el foco del contagio.
Por otro parte, UCCL quiere invitar, con motivo de la Feria SALAMAQ 2019, a todos los ganaderos y personas interesadas a pasarse por el stand nº 159 que UCCL tiene en el pabellón central. Además invitan a asistir a una jornada informativa sobre “Situación de la sanidad animal en Castilla y León y sus posibles alternativas. Tuberculosis bovina”, que va a celebrarse el sábado 7 de septiembre a las 19:00 horas en el Salón de Actos del Pabellón central y participan como ponentes Jesús Manuel González Palacín coordinador de UCCL y Carlos Sánchez responsable sectores ganaderos.
«La dictadura del positivo» lo llamaba un veterinario de Cantabria.
Mientras la prueba que arroja la máxima certeza sobre tbb es el cultivo microbiológico.- («caso verdadero positivo de tbb»); la legislación UE define «caso positivo» sobre positividad a las pruebas de tuberculina y a esta positividad asocia el estatus del animal y la calificación sanitaria de rebaños y por tanto la viabilidad económica de la explotación por cuanto la calificación incide en el comercio.
En palabras de la EFSA;
«Sensibilidad es importante para el comercio seguro, pero si va acompañada de especificidad limitada no va a documentar la ausencia de tbb debido a los «falsos positivos». O .-
«El equilibrio óptimo de sensibilidad y especificidad depende de la finalidad de la prueba. Si un rebaño está infectado y minimizar la ocurrencia de bTB es el objetivo, la sensibilidad de la prueba es más importante, incluso si esto implica que los animales falsos positivos serán sacrificados. Para lograr una alta sensibilidad, las pruebas se pueden combinar en paralelo: el sacrificio de los animales cuando positivos en uno o ambos ensayos. Sin embargo, cuando la manada se acerca a la libertad de bTB, la gran mayoría de los animales positivos será falsos positivos y resultar negativo en el post-mortem. En esa etapa, los problemas de motivación pueden surgir entre los granjeros y veterinarios. Estas preocupaciones pueden ser tomadas en cuenta y la especificidad de pruebas podría ser aumentado (por ejemplo, uso de las pruebas de serie único intradérmica de tuberculina cervical comparativa (SICCT) como parte de protocolos experimentales aprobados). Una consecuencia puede ser, sin embargo, que se necesita mucho tiempo antes de que se sacrificó el último animal infectado. Si un rebaño o una zona está libre de bTB, la tasa de falsos positivos tiene que ser baja, porque de lo contrario el comercio no será posible.»
Irlanda asegura haber evitado sacrificar 510.000 Falsos Positivos y la restricción innecesaria de cientos de rebaños empleando la prueba tuberculina cervical comparativa (SICCT) (IDTB comparada) en lugar de la simple que emplea España y les va bastante bien.
¿Quien gana con la prueba cervical simple interpretación extrasevera y gamma- interferón en rebaños no infectados?