Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha prevé una disminución de la producción de frutos secos en la región respecto a la campaña anterior y ha considerado necesario recuperar la ayuda nacional en estos productos.
En concreto, Cooperativas ha previsto una producción de la almendra en grano para la campaña 2019-2020 en la región de 7.954 toneladas, lo que supone una disminución del 31,8 por ciento respecto a la campaña pasada, mientras que para el pistacho la previsión es de 1.995 toneladas, un 10,8 por ciento más que en 2018, según ha detallado en un comunicado.
La Comisión Sectorial de Frutos Secos se ha reunido esta semana en Albacete para realizar un análisis de la presente campaña, en relación a la estimación de la cosecha, para cuya realización se han considerado las superficies de producción de almendro y de nuez declaradas en la PAC 2016 y PAC 2015 respectivamente.
En cuanto al pistacho, en la PAC de 2016 se declararon 10.910 hectáreas de pistacho, y de estas se considera que unas 3.500 son las que se encuentran en plena producción.
A nivel nacional, se prevé una producción récord y de alta calidad, pese a la disminución de la producción en las comunidades de Castilla-La Mancha, Baleares y Aragón a las que se achaca la climatología adversa a causa de los episodios de fuertes lluvias de los meses de abril y las heladas de marzo.
Tras la declaración de plaga de la avispilla del almendro por la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Macha, se ha confirmado un incremento en las medidas fitosanitarias adoptadas en las parcelas con presencia de este problema, tanto en cultivo convencional como ecológico, lo que se espera contribuya a mitigar los efectos negativos de la plaga.
Así, desde Cooperativas Agro-alimentarias se considera necesario recuperar la ayuda nacional para los frutos secos, ya que la mayor parte de la superficie se cultiva en secano, y se han mostrado contrariados de que no se hable de la necesidad de establecer medidas que frenen el despoblamiento en el medio rural, donde están ubicados los terrenos marginales de bajo rendimiento pero de elevado valor medioambiental y socioeconómico.
El cultivo del almendro ocupa una superficie de más de 120.000 hectáreas en Castilla-La Mancha, de las cuales más del 88 por ciento están cultivadas en secano con rendimientos significativamente menores a los de regadío, lo que deriva en unos escasos ingresos y baja rentabilidad.
En el caso del pistacho la superficie en secano supera el 81 por ciento teniendo que añadir a estas condiciones que limitan el cultivo al elevado tiempo de espera hasta la entrada en producción, como mínimo de 7 a 8 años.
Si quieren mantener al agricultor sin despoblamiento hay que ayudar a los frutos secos., que excepto en regadio es un cultivo ecológico.