APAG Extremadura ASAJA ha entrdo de lleno en el debate abierto sobre el cambio del huso horario y aboga por conservar el horario de invierno ante la propuesta de abolir el cambio de hora en la Unión Europea, ya que considera que «las consecuencias para la agricultura y ganadería serían muy negativas».
Para esta organización, con el cambio de huso horario se verían privados empresarios agrarios y trabajadores por cuenta ajena del uso eficiente de las horas de la mañana y tarde en las actividades agrícolas.
Asimismo, para APAG Extremadura ASAJA esta mofificación supondría «un incremento del gasto de energía que, con el horario de invierno no se produce, ya que permite contar con más tiempo de luz para realizar las labores agroganaderas».
Y es, como recueda la organizacion agraria en una nota de prensa, que no hay que olvidar que la luz solar tiene gran importancia en la producción y reproducción de los cultivos. Además, señala que las horas extra de luz suponen una ventaja porque permiten trabajar más horas en verano, por no hablar de los efectos que tendría en la perturbación de muchas de las rutinas ganaderas, como la del ordeño.
Asimismo, también se plantea que si bien se considera esta propuesta para facilitar la conciliación, el consumo cultural o el ocio, APAG Extremadura ASAJA lamenta que «no se haya contemplado de qué manera afectaría a las producciones y al rendimiento de quienes con nuestro trabajo, labrando la tierra, proveemos a la sociedad de la alimentación necesaria para la subsistencia de la humanidad».
Cabe recordar que el cambio de hora se llegó a aplicar en 1942 en la época del franquismo, tras la decisión de Alemania aplicar esta medida a fin de reducir las horas de iluminación artificial. Con esta actuación España abandonó el huso horario de Londres.
El cambio de hora actual obedece al ahorro de carbón (principios del siglo XX) y petróleo (año 1974).
Dadas las características de las fuentes de energía existentes en nuestra geografía, el aumento de las temperaturas medias, y el calentamiento del mar mediterráneo, si se realizase un cambio de hora, debería atender a paliar la desertización, el aumento del nivel del mar, las lluvias torrenciales, etc. equilibrando adecuadamente los días más cortos del año con los más largos.
Los horarios de trabajo en el caso de ser rígidos, deberían adecuarse en función del solsticio de invierno, justamente, cuando el día presenta menos horas de luz.
Las personas que realizan transporte animal, también deben opinar sobre si prefieren o no la hora de invierno para todo el año.
Una vez quede suprimido el cambio de hora será evidente la recuperación de los patrones de sueño en las personas: Los mariscadores y aquellos que se dedican a la pesca artesanal, lo apreciarán directamente.
Mañana empieza la primavera, en el momento en el que la noche y el día tendrán exactamente la misma duración. Hasta la noche de San Juan la duración del día se irá prolongando poco a poco. No es necesario por ello una modificación horaria el domingo que viene, que tan solo favorecerá las muertes por golpes de calor
El ritmo circadiano afecta igualmente a nuestros cultivos que a nuestra ganadería.
El ritmo circadiano afecta igualmente a cultivos y a ganado
Atendiendo al ritmo circadiano y al fotoperiodo lo mejor es mantener el mismo horario durante todo el año y dadas las temperaturas veraniegas mantenemos el horario de invierno durante todo el año.
Esta idea proviene de la Unión Europea.
Hay que contar siempre con que el fenómeno de la desertización, que no debiera avanzar más, y es muy favorable a la implantación de las energías eólica y solar.
Totalmente de acuerdo en mantener el horario de invierno durante todo el año, por la calidad de nuestros cultivos.
La opción de cambio de meridiano obedece a nuestras actividades pesqueras.
En cuanto al gasto energético nos encontramos en fase de adaptación a energías renovables que deben contar ante todo con la agricultura, la pesca y la desertización.