Las abundantes precipitaciones en forma de nieve en la cabecera del río Tajo por el paso de la borrasca Filomena garantiza agua suficiente en los embalses de Entrepeñas y Buendía para trasvasar a la cuenca del Segura hasta, al menos, la próxima primavera.

Así lo ha asegurado a Efe el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE) y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), el catedrático Jorge Olcina.

Según Olcina, antes de Filomena esos pantanos desde donde se suministra al trasvase (Entrepeñas y Buendía) tenían un volumen embalsado de 615 hectómetros cúbicos, cifra que con toda probabilidad se elevará a los 650 «o incluso más» en las próximas semanas por el proceso de deshielo.

«Por lo tanto se garantizan los envíos del trasvase» ya que «el umbral mínimo (sumados los dos embalses) está situado en 400 hectómetros cúbicos, a partir del cual se interrumpen los envíos».

De esta manera, ha proseguido el experto, «con lo que hay y lo que se seguirá almacenando en las próximas semanas está garantizado hasta la primavera, seguro», el trasvase de la cabecera del Tajo al Segura.

«La cantidad de nieve acumulada estos días en la montaña ibérica garantiza caudales abundantes en la cuenca del Tajo y especialmente en la cabecera del río para todo este año, lo cual es una buena noticia también para el sureste peninsular», ha incidido.

Filomena también ha repercutido favorablemente en la cabecera del Segura y ayudará a elevar las reservas de sus pantanos, pese a que en esta zona geográfica «la nevada no ha sido tan importante».

Olcina ha señalado que esta borrasca responde a una nueva situación meteorológica en la que «los fenómenos extremos cada vez son más frecuentes y son consecuencia indudable del calentamiento de la atmósfera».

Para el presidente de los geógrafos españoles, la causa es la alteración de la circulación atmosférica en el hemisferio norte, que ocasiona llegadas de masas de aire contrastadas «cada vez más enérgicas que provocan eventos más violentos».

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