WWF y SEO .- Este plan constituye el desarrollo de las políticas europeas para cumplir con los compromisos adoptados por la UE, tanto internamente como en la última cumbre del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) celebrada en Nagoya (Japón) el pasado año.
En estos momentos las especies desaparecen a un ritmo de entre 100 y 1.000 veces superior al ritmo natural. En la UE tan sólo el 17 % de los hábitats y especies y el 11 % de los ecosistemas protegidos por la legislación europea se encuentran bien conservados. Esta pérdida de patrimonio natural tiene unos efectos muy negativos sobre importantes sectores económicos como la agricultura o la pesca, tal y como ha puesto de manifiesto el proyecto internacional patrocinado por la Comisión «Economía de los ecosistemas y biodiversidad» (TEEB). Por ejemplo, se calcula que la polinización que realizan los insectos en la UE representa un valor económico anual de 15. 000 millones de euros.
Para hacer frente a estos problemas, la Estrategia cuenta con seis objetivos cuyo contenidos son respectivamente:
– Detener la pérdida de Biodiversidad
– Mantener los ecosistemas y los servicios ambientales
– Aumentar las zonas agrarias sujetas a medidas de biodiversidad e incrementar los planes de gestión forestal sostenible
– Alcanzar el Rendimiento Máximo Sostenible en las pesquerías europeas
– Potenciar el control de las especies exóticas invasoras
– Incrementar la aportación europea a la lucha contra la pérdida de biodiversidad mundial en 2020.
En las reuniones previas a este Consejo, algunos de los estados miembros, en particular Dinamarca, Holanda, Gran Bretaña, Francia, Italia e incluso España han mostrado sus reservas hacia el conjunto o algunas de las partes de la estrategia, lo que ha llevado a que se plantee la posibilidad de retrasar la aprobación total de la Estrategia, sus objetivos y sus acciones.
Sin embargo, para WWF retrasar esta decisión puede poner en serio peligro el cumplimiento de los objetivos de biodiversidad para el 2020 aprobados por los jefes de estado y de gobierno de la UE, así como los acuerdos internacionales alcanzados en la cumbre de Nagoya. En opinión de WWF se debe aprobar la Estrategia en su totalidad, tal y como ha sido elaborada por la Comisión Europea.
Frente a las reticencias de la Administración pesquera española, WWF y SEO/BirdLife defienden que la Estrategia de Biodiversidad, con sus actuales indicadores y objetivos de conservación, es una poderosa herramienta para recuperar y conservar el medio marino europeo, los recursos pesqueros y los miles de empleos ahora en peligro por la sobreexplotación pesquera. La aprobación de una Estrategia sólida contribuiría, además, a que la nueva Política Pesquera Común, en discusión hasta 2012, cumpla con sus objetivos de pesca sostenible que permita beneficios socio-económicos a largo plazo.
La falta de acuerdo también se refleja en otras políticas ambientales, donde los estados miembros muestran una falta de voluntad a la hora de reducir emisiones de CO2 y se retrasan en la puesta en marcha de la Directiva Marco de Agua.
Para Juan Carlos del Olmo, Secretario general de WWF España: “La estrategia propuesta constituye un documento de mínimos, puesto que adolece de elementos importantes cómo por ejemplo de un plan detallado de aplicación, con hitos e indicadores, que permita medir su progreso”. Y concluye: “Por ello, cualquier recorte haría inviable alcanzar los objetivos de pérdida de biodiversidad para 2020. Un nuevo fracaso de las políticas ambientales europeas”.