EFE.- Las denuncias, según ha informado WWF en un comunicado, han procedido de diversas fuentes, «desde particulares hasta la propia administración, el Seprona o asociaciones conservacionistas».

WWF ha advertido en diversas ocasiones de que estos pozos ilegales constituyen «uno de los principales problemas para Doñana, ya que están afectando severamente al acuífero Almonte-Marismas o 27, tal y como reconocen los datos de la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir».

El informe sobre la situación del acuífero Almonte-Marismas del año hidrológico 2011-2012, elaborado por la CHG, demuestra que continúa su progresivo deterioro y debe ser declarado en «mal estado» de acuerdo con la normativa vigente, según los ecologistas.

Añade WWF que las aguas subterráneas son «capitales» para el mantenimiento de las marismas y humedales de Doñana, por lo que la recuperación de estos espacios a medio y largo plazo dependerá, entre otros factores, del buen estado de la masa de agua del acuífero Almonte-Marismas.

Pese a los buenos años pluviométricos que se han dado desde el 2005 -último año que se considera seco según la serie histórica 1971-2012-, no se ha producido la recuperación de los niveles del acuífero y, lo que es aún más preocupante, a juicio de WWF, en octubre de 2012, «un 37% de los puntos de control del acuífero estaban en peor situación que en 1995, el año de referencia por tratarse del que cerró el ciclo más seco de la serie histórica 1970- 2012».

Esto significa que, pese a las lluvias de los últimos años y las supuestas medidas de control que han puesto en marcha las administraciones públicas, más de un tercio del acuífero está en peor situación que tras la última gran sequía que sufrió Doñana (1991-1995), según WWF.

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