WWF.-Hoy se ha presentado un nuevo informe del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) sobre las fuentes de energía renovables y la mitigación del cambio climático.
Este estudio técnico confirma que estas energías sostenibles y limpias ofrecen mayores ventajas que las basadas en los combustibles fósiles y que la energía nuclear, por lo que deben ser el principal motor económico. WWF apoya este texto y afirma que es posible cambiar a una energía 100% renovable en 2050, como demuestra su informe “Energy Report” elaborado en colaboración con la consultora Ecofys.
El futuro energético del mundo debe basarse en las energías renovables, y así lo demuestra el claro mensaje que ha enviado hoy desde Abu Dhabi el IPCC con su “Informe especial sobre energías renovables y mitigación del cambio climático” .
Este texto compara 164 escenarios y demuestra que las energías renovables tienen una importante proyección de futuro, además de ser las fuentes con mayor capacidad de crecimiento. Tanto es así que ya compiten con la energía basada en combustibles fósiles a escala global y regional, y se prevé que en las próximas décadas su coste total sea mucho inferior. Por ello, el IPCC afirma que es posible lograr que el 80% de la electricidad mundial proceda de fuentes renovables.
WWF va más allá de este objetivo y demuestra que es viable técnica y económicamente cambiar a una energía 100% renovable en 2050. Esta es la idea principal del informe publicado por la organización bajo el título “Energy Report” (enlace), donde la organización lleva el debate y la discusión mucho más lejos que los escenarios planteados por el IPCC en su informe.
Además, subraya que es imprescindible estabilizar las emisiones de CO2, ya que su pico máximo está previsto para 2015 y deben reducirse bruscamente a partir de entonces para mantener estos gases en el rango de 350 partes por millón de CO2 a la atmósfera, que es lo que recomiendan los científicos.
Según WWF, los altos costes ambientales de la búsqueda de nuevos yacimientos y extracciones de gas y petróleo hacen que estas opciones no constituyan alternativas viables. Por ello, para proteger el clima a largo plazo, las soluciones “bajas en carbono”, basadas en energías renovables y en la eficiencia energética, son el único camino posible. Por el contrario, la costosa energía nuclear y la captura y almacenamiento de carbono son mucho menos efectivas y seguras.
Por todo ello, los gobiernos que adopten medidas para priorizar las energías renovables sobre las convencionales ahorrarán muchos costes en el futuro. Y es que cuanto más tiempo se tarde en apostar por estas energías limpias, más cara será su implantación en la sociedad. Según la Agencia Internacional de la Energía, cada año de retraso implica un coste extra de 500 mil millones de dólares en la inversión que necesita el sector energético entre 2010 y 2030 para realizar la transición hacia una economía baja en carbono.
Estas inversiones deben centrarse en el desarrollo y la mejora tecnológica de las energías renovables que, aunque evolucionan a un ritmo rápido, todavía necesitan incentivos económicos para su mayor implantación.
WWF también recuerda que las inversiones en energías renovables pueden crear, al menos, 20 millones de puestos de trabajo en el sector, lo que supone muchos más que la industria de los combustibles fósiles en la actualidad.
Según Raquel García, Técnico de energía de WWF España: “El cambio climático es el principal reto de nuestro tiempo, pero también nuestra mayor oportunidad para cambiar de modelo energético y de sociedad. Para lograrlo, es importante aprovechar las ventajas económicas y ambientales que supone abandonar la energía fósil y la nuclear, y apostar de forma clara por las renovables”.