EFE.- La organización WWF celebra esta decisión a través de un comunicado de prensa, en el que explica que la sentencia a favor de Australia en el caso contra lo que Japón denomina ‘caza científica’, dentro de su actual programa Jarpa II, se ha alcanzado casi por unanimidad por el máximo tribunal de las Naciones Unidas.

«El fallo confirma la afirmación de Australia de que la caza de ballenas japonesa en el programa JARPA II incumple sus obligaciones bajo la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas», asegura WWF.

«La decisión del Tribunal permitirá que finalmente se cumpla el objetivo de crear el Santuario del Océano Antártico», dijo la Directora de cetáceos y tortugas marinas en WWF Internacional, Aimée Leslie.

«La protección de las ballenas en el Océano Antártico es esencial para mantener las poblaciones de ballenas en todo el mundo», manifestó Leslie.

En el fallo, el tribunal determina que el programa de Japón no fue diseñado para cumplir estos objetivos y que los permisos especiales concedidos por Japón en relación con su caza de ballenas en el Océano Antártico no son realmente para la investigación científica.

En palabras del juez Peter Tomka durante la lectura de la decisión, ‘Japón debe revocar cualquier autorización, permiso o licencia existente concedida en relación al programa Jarpa II, y abstenerse de conceder nuevos permisos para el mantenimiento de dicho programa’.

Como resultado de la decisión, el gobierno japonés debe poner fin a la caza de ballenas bajo su actual programa en el Océano Antártico. La decisión del tribunal, subraya el comunicado, es vinculante y no puede ser apelada.

«El fallo de la Corte merece ser celebrado y debe cumplirse. Gracias a esta sentencia, la muerte innecesaria de ballenas en esta zona clave para su alimentación parará», dijo el director de Conservación de WWF Australia, Ghislaine Llewellyn.

«La decisión de hoy de la Corte mundial sienta las bases legales para la ejecución de los acuerdos globales que protegerán la biodiversidad para las próximas generaciones», añadió Leslie.

Las ballenas del Océano Antártico se encuentran amenazadas no solo por su caza, también por la pesca comercial de especies, la contaminación acústica, los vertidos químicos, colisiones de barcos y el cambio climático. «La incertidumbre en torno a la población de ballenas del Océano Antártico aumenta la importancia de un enfoque preventivo en su gestión», concluye el comunicado de WWF.

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