La llegada de las altas temperaturas hace prever que la incidencia de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) se eleve en el ganado vacuno, y también en los ciervos salvajes, ya que se transmite por un mosquito por lo que una nueva ola parece evidente especialmente en el norte donde hay menos cabaña inmunizada.
Han sido unos meses de tranquilidad para los ganaderos, tras la «explosión» de casos que se registró especialmente en la mitad sur peninsular desde la detección de esta patología por primera vez en el país a finales de 2022.
De hecho, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) publicó su último informe semanal de actualización sobre la EHE el 30 de noviembre pasado.
Una patología que generó incertidumbre y miedo entre los ganaderos y los veterinarios, desconocedores de esta enfermedad vírica que, si bien, no genera elevada mortalidad en el ganado vacuno sí puede afectar con sintomatología severa a algunos animales.
PREVISIBLE QUE VUELVA A APARECER
El profesor asociado en el Departamento de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y experto en ganado rumiante, Alberto Díez, ha informado a Efeagro de que, a pesar de ser una patología «poco» estudiada, es «previsible» que cuando suban las temperaturas repunte su incidencia porque se transmite por un mosquito.
«Por el conocimiento que tenemos de este tipo de virus y cómo se comportan (…) es previsible que con la llegada de las altas temperaturas vuelva a haber circulación» del vector (mosquito) que lo contagia», ha insistido.
Eso sí, el ganado que ya haya pasado la enfermedad se encuentra inmunizado por lo que la reaparición de la enfermedad será «mucho menor» en esas zonas respecto a las que aún no han tenido elevada prevalencia, especialmente la zona norte de España y nombra, en concreto, Galicia y Cataluña.
Sin embargo, ya ha habido recientes denuncias de las graves consecuencias que la EHE está dejando a los ganaderos, con «alrededor de un 15% de abortos. Pero ahí no queda la cosa, los animales que sí están pariendo tienen crías que en algunos casos sufren malformaciones en las partes traseras”, según Asaja Salamanca.
UNA ENFERMEDAD EN ESTUDIO
Una manera de conocer a ciencia cierta qué áreas son las que cuentan con su cabaña menos protegida es con estudios de seroprevalencia, pero aún no hay ninguno en el conjunto del país.
No obstante, está a punto de publicarse y liderado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, según ha avanzado.
Lo que sí se conoce es alguna seroprevalencia en áreas concretas como el norte de Madrid, donde trabaja y donde han constatado que «entre el 60 y el 70%» del ganado vacuno ha estado ya expuesto a este virus.
Un porcentaje «alto» que es una «buena noticia» para los ganaderos de la sierra de Madrid, porque se «presupone» que pasar la enfermedad genera «una inmunidad potente».
Por lo demás, este experto en rumiantes ha confirmado que hay otros estudios en desarrollo para conocer mejor la enfermedad hemorrágica epizoótica, qué secuelas puede dejar, el impacto socioeconómico para el sector primario, además de investigaciones para conseguir vacunas que hagan frente a la enfermedad. Son informes que «llevan su tiempo» por lo que «no es algo sencillo», ha advertido.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Precisamente, y a falta de una vacuna contra la EHE, la pregunta que cabe hacerse es si hay otras medidas preventivas que minimicen los riesgos de contagio entre el ganado.
En ese sentido, Díez ha remarcado que tomar acciones preventivas eficaces son «complicadas» porque «luchar» contra los mosquitos es «muy complejo».
No obstante, pueden tener una eficacia «relativa» en las explotaciones intensivas porque en las extensivas (a campo abierto) «se complica muchísimo».
Ante ello, ve fundamental que los ganaderos estén atentos a la «detección precoz» de síntomas en su cabaña e intenten que su ganado esté en «buenas condiciones» para que tengan «una buena respuesta inmune».
SITUACIÓN MUNDIAL
La EHE tiene una ampliación distribución mundial, de la que Europa había estado a salvo hasta su llegada al Viejo Continente.
La relevancia real radica en la variedad de cepas existentes y del comportamiento de cada una de ellas.
En España ha circulado el serotipo 8 «pero a las puertas, en zonas de Argelia y Marruecos», hay casos de EHE con el serotipo 6, que también afecta al vacuno.
El «problema» es que «no hay inmunidad cruzada» por lo que la ganadería española que ya pasó el serotipo 8 no tiene protección frente al 6.
Una cepa, la 6, que por cierto ha tenido una afectación a vacas «relativamente importante» en esos países.
(Texto: Juan Javier Ríos / Efeagro)