Destaca por su elegante color rojo muy vivo y por su riqueza aromática en matices, conjugando perfectamente los aromas frutales con las notas de su crianza, resultando en el paso de boca sabroso y potente, con buena estructura, taninos pulidos y un elegante postgusto. Combina especialmente con todo tipo de guisos, quesos curados, carnes rojas y de caza, sirviéndose atemperado, a unos 14-16º C.
Primer gran reconocimiento
Esta medalla de plata en CINVE, se añade a la excelente puntuación conseguida el pasado año en la Guía Wine – Up (90 puntos). Todas estas menciones llegan pese a que esta joven bodega, ubicada en la localidad ciudadrealeña de Tomelloso, empezó a construirse en 2006 y de que sólo lleva en funcionamiento un par de campañas de vendimia.
No obstante, en este tiempo se ha convertido en todo un referente mundial en los denominados vinos “de infusión”, una técnica con la que pretenden sacar un mejor rendimiento a los hollejos y a las múltiples ventajas aromáticas que se obtienen con este método.
Con 15 hectáreas de viñedo propio de las variedades Tempranillo, Syrah y Airén, Viña Ruda ha elaborado una saca de 9.000 botellas de su “Viña Ruda Tempranillo Infusión 2012”, fruto de más de tres años de investigación en un proceso de I+D+I
(Inversión al Desarrollo y a la Innovación) avalado por las universidades de Castilla-La Mancha, Navarra y Zaragoza.
Viña Ruda, al margen del citado vino galardonado, mantiene en el mercado vinos jóvenes de las variedades Airén y Tempranillo y un blanco Airén fermentado en barrica de la añada 2012. La bodega, que está incrementando paulatinamente su red comercial, tiene una capacidad para elaborar 50.000 botellas de gran calidad y cuenta con un parque de barricas de 50 unidades, el 80 por ciento de roble francés y el resto de americano.